El municipio de Tilburg, situado en el sur de los Países Bajos, ha decidido terminar de manera definitiva el contrato de alquiler de un antiguo club de fútbol con la Fundación Marroquí de Tilburg (MAST). Esta decisión se produce tras una redada policial que reveló la presencia de armas, drogas, una sala de shisha e incluso una cama en uno de los vestuarios. El 11 de octubre, cuatro equipos del SWAT ingresaron al lugar, encontrando drogas y armas tanto en los visitantes como dentro del edificio, así como en vehículos estacionados afuera. La ciudad ya había ordenado el cierre temporal por cuatro meses del sitio a partir del 11 de diciembre. No obstante, el consejo municipal ha decidido ahora rescindir completamente el contrato de arrendamiento, argumentando que las actividades descubiertas en el lugar «no corresponden en absoluto al uso autorizado» y que la presencia de armas y drogas es considerada «muy preocupante». El municipio ha solicitado a la MAST que ponga fin voluntariamente al contrato de arrendamiento. De no ser así, contempla recurrir a la justicia para lograr la rescisión. Anteriormente, Tilburg había cancelado una deuda de alquiler de 8 300 € que la fundación debía en 2025, pero aún quedan 8 500 € de atrasos pendientes de pago.