El Rey Mohammed VI, acompañado por Su Alteza Real el Príncipe Heredero Moulay El Hassan, dio inicio el miércoles a la construcción de la plataforma de reservas de emergencia de la región Rabat-Salé-Kenitra, ubicada en la comuna de Ameur, prefectura de Salé. Este proyecto refleja la visión marroquí de fortalecer la resiliencia y la capacidad de respuesta rápida ante desastres. Se enmarca dentro de las Altas Orientaciones Reales, que buscan equipar cada región del Reino con una plataforma de almacenamiento de suministros esenciales —como tiendas de campaña, mantas, camas, medicamentos y alimentos— para garantizar una respuesta inmediata ante crisis como inundaciones, terremotos o accidentes industriales. La plataforma de Rabat-Salé-Kenitra se levantará sobre un terreno de 20 hectáreas, con un tiempo de ejecución de 12 meses y un presupuesto de 287,5 millones de dirhams. Contará con cuatro almacenes de 5,000 m² cada uno, dos refugios para material de gran tamaño de 2,500 m², un helipuerto y varios estacionamientos. Este proyecto forma parte de un programa nacional más amplio, presentado al Soberano en esta ocasión, que prevé la creación de doce plataformas similares con una inversión total de 7 mil millones de dirhams: 2 mil millones destinados a infraestructuras y 5 mil millones para la adquisición de material y productos de socorro. Estas plataformas ocuparán un total de 240 hectáreas y albergarán 36 almacenes, adaptándose al tamaño demográfico y al perfil de riesgo de cada región. En las seis regiones más pobladas —Casablanca-Settat, Rabat-Salé-Kenitra, Marrakech-Safi, Fez-Mequinez, Tánger-Tetuán-Alhucemas y Sus-Masa— las plataformas incluirán cuatro almacenes que suman 20,000 m² cada una. Las otras seis regiones —Oriental, Beni Melal-Jenifra, Dráa-Tafilalet, Gulmim-Ued Nun, El Aaiún-Saguía el-Hamra y Dajla-Ued Ed Dahab— contarán con dos almacenes de 10,000 m² en total. Los stocks previstos están destinados a permitir una reacción rápida en caso de catástrofe, respondiendo a las necesidades de rescate, ayuda y atención de los damnificados, en línea con la visión proactiva real. Los equipos previstos abarcan varios ámbitos: alojamiento de emergencia con 200,000 tiendas polivalentes, camas de campaña, colchones y mantas; alimentación de los damnificados mediante cocinas y panaderías móviles, y kits alimentarios; suministro de agua potable y electricidad gracias a sistemas de purificación y generadores móviles; desarrollo de capacidades de intervención para enfrentar inundaciones, terremotos, deslizamientos de tierra, lodos, o incluso riesgos químicos y radiológicos. El componente médico incluye la reserva de seis hospitales de campaña de 50 camas en una primera fase, y otros seis en una segunda, con módulos quirúrgicos y servicios especializados. Se instalarán puestos médicos avanzados en los sitios afectados, complementando las reservas de medicamentos adaptadas a las necesidades inmediatas. Estas plataformas permitirán reforzar las infraestructuras nacionales de emergencia, facilitar el envío de ayuda, y mejorar la capacidad del Reino para enfrentar crisis. También permitirán constituir reservas suficientes para responder a tres veces las necesidades generadas por el terremoto de Al Haouz. El programa contribuirá además a la estructuración de un ecosistema nacional de producción de material de socorro. Los sitios de implantación han sido seleccionados según criterios de seguridad, basados en un análisis minucioso de las necesidades y riesgos regionales, apoyándose en las mejores prácticas y estándares internacionales.