El Mercedes 240D, lanzado en los años 70 y con cientos de miles de unidades vendidas hacia mediados de los 80, ha encontrado una segunda vida en Marruecos. Después de ser considerado obsoleto para los mercados europeos, llegó en masa al país, donde hoy en día se ha convertido en un elemento esencial del paisaje rural, especialmente en las carreteras montañosas. Además, se ha consolidado como un ícono de los famosos «grandes taxis» marroquíes. Según WePresent, la fotoperiodista franco-italiana Myriam Meloni ha capturado esta realidad en su proyecto «One Million Km», donde explora cómo el 240D se ha vuelto central en la vida rural de Marruecos. Durante sus cinco años de estancia en el país, Meloni observó la omnipresencia de este vehículo y su papel crucial tras el devastador terremoto de Al Haouz en 2023, que cobró cerca de 3,000 vidas. Mientras el 240D desaparece de las grandes urbes como Tánger, impulsado por las subvenciones estatales para vehículos más modernos, sigue siendo indispensable en áreas rurales donde el transporte público es escaso. Los mecánicos locales han desarrollado una economía circular alrededor de estos coches, encontrando ingeniosas soluciones para extender su vida útil. Estos vehículos robustos transportan a familias con sus compras, a trabajadores de la construcción con materiales, y navegan por caminos rurales inaccesibles para los coches urbanos. Para muchos marroquíes, especialmente para los jóvenes conductores, estos Mercedes simbolizan un legado de vehículos que alguna vez pertenecieron a una clase social más acomodada.