Numerosas organizaciones políticas y de la sociedad civil, junto con investigadores, académicos, escritores y figuras públicas, han convocado marchas silenciosas en toda Francia para el domingo 11 de mayo. En este marco, se ha organizado una marcha nacional el mismo día, que partirá a las 14:00 horas desde la plaza de la Universidad hasta la plaza de la República en París. En un manifiesto, los firmantes han denunciado el creciente avance de la islamofobia en el país, haciendo un llamado a reunirse en homenaje a Aboubakar Cissé, asesinado en la mezquita de la Grand-Combe el pasado 25 de abril, «por ser musulmán». «Este crimen no es un hecho aislado. No se trata de un ajuste de cuentas ni de una discusión que terminó trágicamente. Es la historia de un país donde un hombre decide matar a otro que no conoce, simplemente porque reza en una mezquita», escriben los firmantes en su comunicado. Según ellos, el autor del atentado no habría actuado solo, ya que en Francia, «miembros de gobiernos sucesivos han alimentado la islamofobia y el ascenso del Rassemblement National». «Quien mata es responsable. Pero quien comete un crimen racista siempre lo hace en un entorno que lo favorece», añadieron. «Esto no ocurre sin la obsesión mediática en torno al islam, desde los vulgares platós de CNews hasta los intelectuales que, bajo el pretexto de combatir el fanatismo, difunden diariamente su odio hacia los árabes y los negros», subrayan los autores del llamado, señalando un contexto legislativo que se ha acumulado durante veinte años. Según ellos, «los mismos que han alimentado el clima islamófobo durante años fingen conmoverse por el destino de Aboubakar». Con el objetivo de enfrentar «todas las formas de racismo», los firmantes han lanzado un llamado a «una gran marcha en todo el territorio». Entre los convocantes se encuentran el Colectivo contra la Islamofobia en Europa (CCIE), la Marcha del 21 de abril contra los racismos, la islamofobia y por la protección de los niños, Urgence Palestine, el Comité Adama, así como la premio Nobel de literatura Annie Ernaux, el filósofo Frédéric Lordon, la escritora Françoise Vergès, la artista Blanche Gardin, y la activista Michèle Sibony, miembro de la Unión Judía Francesa por la Paz (UJFP).