La semana pasada, la Corte de Asís de Amberes, en Bélgica, sentenció a un ciudadano marroquí a 30 años de prisión por el asesinato de su pareja. La decisión se tomó tras tres horas y media de deliberación. Además, el hombre fue hallado culpable de robo de tarjeta bancaria y fraude informático. Inicialmente, el fiscal había solicitado una pena de 29 años. La víctima, de 36 años, fue encontrada sin vida en el sofá de su sala de estar. El informe forense determinó que la causa de muerte fue asfixia y detectó la presencia de hachís, cocaína y medicamentos en su sangre. El sospechoso, de 39 años, fue detenido el 30 de marzo de 2023 tras descubrirse incoherencias en sus declaraciones. El análisis de los datos telefónicos reveló que permaneció cerca del domicilio de la víctima durante toda la noche del 17 al 18 de marzo, contradiciendo así su versión de que se había marchado a las 21:30. Los investigadores también encontraron cuatro videos eliminados en su teléfono, que mostraban altercados violentos entre él y la víctima. El último video, grabado a las 7:30 de la mañana, capturó los gritos de la víctima exigiendo que él se fuera. Las investigaciones bancarias revelaron que intentó retirar 230 euros, y posteriormente 100 euros, de la cuenta de la víctima con su tarjeta, pero las transacciones fallaron por falta de fondos suficientes. Durante un interrogatorio en junio de 2023, Achergui admitió haber tenido una disputa con la víctima, alegando que ella lo amenazó con un hacha cuando intentó irse. Reconoció haberla sujetado por el cuello y empujado hacia una silla, dejándola con dificultades para respirar, aunque negó haber tenido la intención de matarla.