Una reunión con el Tesoro francés está programada para julio con el objetivo de concretar un acuerdo sobre la implementación de la directiva europea CRD VI. Esta normativa prohíbe a los bancos extranjeros que no están establecidos en la Unión Europea (UE) ofrecer servicios bancarios directamente a sus clientes residentes en un país de la Unión. Así lo anunció el martes en Rabat el gobernador de Bank Al-Maghrib (BAM), Abdellatif Jouahri, durante la conferencia de prensa posterior a la segunda reunión trimestral de 2025 del consejo de BAM. Una vez aprobado por la Comisión Europea, este acuerdo debería facilitar las negociaciones con otros países europeos involucrados, como España, Bélgica, Países Bajos e Italia. El objetivo es permitir que los bancos marroquíes continúen operando en beneficio de los marroquíes residentes en el extranjero y sus familias en Marruecos, explicó Jouahri. Jouahri recordó que se ha formado un grupo de trabajo que incluye al Ministerio de Asuntos Exteriores, de Cooperación Africana y de los Marroquíes Residentes en el Extranjero, al Ministerio de Economía y Finanzas, al banco central y a los bancos marroquíes para defender los intereses nacionales. Este grupo ha intensificado las discusiones con la Comisión Europea, especialmente con la dirección encargada del expediente, y ha iniciado un diálogo profundo con el Tesoro francés, logrando una mejor comprensión de los desafíos de esta actividad estratégica para Marruecos, particularmente en lo que respecta a su balanza de pagos, informó Jouahri. En este contexto, Jouahri señaló que las previsiones sobre las transferencias de los marroquíes residentes en el extranjero anticipan una ligera disminución en 2025, seguida de una recuperación en 2026. Se espera que para entonces, todos los procedimientos, aclaraciones y ajustes relacionados con esta actividad estén completados. Considerando la evolución de la inflación en niveles alineados con el objetivo de estabilidad de precios a mediano plazo, la clara aceleración del crecimiento no agrícola y el anclaje de las expectativas, el consejo decidió, ante las fuertes incertidumbres que rodean las perspectivas, mantener la tasa de interés sin cambios en 2,25%. El consejo continuará monitoreando de cerca la transmisión de sus recientes reducciones de esta tasa, especialmente en lo que respecta a las condiciones de financiamiento de las micro, pequeñas y medianas empresas (MPYMES), y basará sus decisiones futuras en los datos más actualizados.