Un año después de los disturbios xenófobos e islamófobos en Southport, Reino Unido, Amnistía Internacional ha señalado la responsabilidad de las redes sociales, y en particular de X (anteriormente Twitter), en la difusión de contenidos que incitaron a las multitudes. Basándose en un análisis del algoritmo de recomendación de código abierto de X, la ONG destacó este miércoles que las «decisiones de diseño sistémico» favorecían «la participación controvertida sobre la seguridad». Todo comenzó con un triple asesinato el 29 de julio de 2024, en una clase de baile para niños. Las víctimas, Alice Dasilva Aguiar, Bebe King y Elsie Dot Stancombe, fueron asesinadas y otras 10 personas resultaron heridas. Pronto, circularon acusaciones falsas sobre la identidad, religión y estatus migratorio del sospechoso. El autor fue identificado como Axel Rudakubana, un joven de 17 años nacido en Gran Bretaña. No obstante, la desinformación se propagó rápidamente en X, y como consecuencia, se atacaron alojamientos de solicitantes de asilo. A pesar de las aclaraciones de la policía sobre la identidad del sospechoso, los manifestantes de extrema derecha continuaron con sus disturbios. Según Amnistía Internacional, «el sistema de clasificación algorítmica de X, tal como se muestra en su código fuente publicado en marzo de 2023, revela que las informaciones falsas, independientemente de su grado de nocividad, pueden priorizarse y aparecer más rápidamente en los hilos de noticias» que las verificadas. Siempre que una publicación genere interacción y no sea reportada masivamente, el algoritmo la destaca, sin evaluar sistemáticamente su potencial dañino. La misma fuente afirma que «las características de diseño proporcionaron un terreno fértil para la aparición de discursos racistas e incendiarios en X tras el ataque de Southport». La ONG incluso señala la responsabilidad directa del nuevo propietario, Elon Musk, quien «amplificó las falsas informaciones» con sus comentarios. El análisis también reveló el papel de Tommy Robinson, cofundador de la Liga de Defensa Inglesa (EDL), quien avivó los disturbios en el mismo contexto. En octubre de 2024, fue condenado a dieciocho meses de prisión en otro caso. Mientras tanto, el primer ministro británico Keir Starmer ha instado a proteger a los grupos atacados, como mezquitas, centros de acogida de refugiados y comunidades asiáticas, negras y musulmanas. Tras los disturbios en Southport, el gobierno británico prometió ser inflexible frente a los «guerreros del teclado». Por su parte, la ONG observa «la incapacidad de X para prevenir o mitigar adecuadamente estos riesgos previsibles». Desde entonces, algunos usuarios han sido acusados en el Reino Unido por «incitación a la violencia» o «difusión de falsas informaciones maliciosas» y algunos han sido condenados. En julio pasado, un informe parlamentario señaló los modelos económicos de las redes sociales como uno de los vectores de la desinformación en el mismo contexto.