Un matrimonio belga-marroquí compareció a principios de este mes ante la fiscalía laboral en el tribunal correccional de Lieja. La justicia los acusa de haber «cobrado indebidamente una pensión en Bélgica mientras pasaban la mayor parte de su tiempo en Marruecos». Se solicitan multas de 6.400 euros para cada uno y 5.600 euros para su hijo. El hijo, además, enfrenta cargos como coautor por haber asistido a sus padres en la tramitación de documentos ante el Servicio Federal de Pensiones (SFP). En la primera audiencia, admitió haber ayudado a completar los formularios, pero negó las acusaciones de fraude. También declaró que se encargaba de comprar los billetes de avión para los viajes de sus padres. Según los medios belgas, todo comenzó con lo que parece ser un matrimonio de conveniencia, cuando el hijo se casó con una mujer belga de origen marroquí. Tras obtener la nacionalidad belga, el acusado inició un proceso de reagrupación familiar. Los padres, nacidos en 1950 y 1953, llegaron a Bélgica y solicitaron la naturalización cinco años después. Una vez logrado el cambio de estatus, solicitaron la Garantía de Ingresos para Personas Mayores (GRAPA), lo que les permitió recibir una pensión mensual. Sin embargo, rara vez se encontraban en Bélgica, pasando la mayor parte del tiempo en Marruecos. La pareja fue denunciada por 20 cartas anónimas por fraude al SFP, lo que llevó al inicio de la investigación en 2022.