En la década de 1960, los ensayos nucleares en el sureste de Argelia estuvieron en el centro de una crisis diplomática entre Marruecos y Francia. En ese entonces, Mohammed V movilizó a los países africanos y acudió a la ONU, recordando el impacto de estos ensayos así como las reivindicaciones marroquíes sobre el Sahara oriental. Desde hace varias décadas, Argelia ha estado presionando a Francia para que reconozca los crímenes cometidos durante la época colonial. Esta semana, el presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, reafirmó el compromiso de su país con la necesidad imperiosa de este reconocimiento, destacando que los argelinos valoran más el reconocimiento de los actos por parte del Estado francés que la cuestión de una compensación económica. Entre 1960 y 1966, Francia realizó un total de 17 pruebas nucleares: cuatro aéreas en Reggane y 13 subterráneas en In Ecker, principalmente desde su base de lanzamiento de misiles en Colomb-Béchar, en la localidad de Hammaguir, cerca de la frontera con Marruecos. Esta zona, parte del Sahara oriental, es reivindicada por Marruecos. Esta situación provocó la indignación de Marruecos en 1960, durante el reinado del difunto Mohammed V, cuando Francia anunció el inicio de sus pruebas nucleares en esta región sahariana anexada por el colonizador francés al departamento de Argelia. Las pruebas nucleares en el centro de una crisis diplomática entre Rabat y París En marzo de 1960, el general Charles de Gaulle, presidente de la República Francesa desde el 8 de enero de 1959, envió una carta al rey Mohammed V para informarle sobre una nueva prueba nuclear en el Sahara. «Las relaciones amistosas que me complace mantener con Su Majestad me llevan a informarle personalmente de la decisión que he tomado de proceder, a partir del 31 de marzo, a una nueva experiencia nuclear en el Sahara», escribió en su carta. De Gaulle aseguró que «la explosión será mucho menos potente que la anterior. Constituirá, en cierto modo, un complemento». «En esta ocasión, deseo asegurar a Su Majestad que se han tomado todas las precauciones para que las precipitaciones radiactivas no representen ningún peligro para la población.» Carta de Charles de Gaulle a Mohammed V Reproducción de la carta de De Gaulle a Mohammed V / Ph. Twitter Tres años después de su independencia, Marruecos ya había denunciado estas pruebas. El 24 de febrero de 1959, Marruecos protestó contra la preparación de las pruebas nucleares de Francia en Colomb Béchar. Posteriormente, el 14 de agosto de 1959, el reino decidió llevar este asunto ante la ONU, según los «Cahiers números 120 a 122» de la Fundación Nacional de Ciencias Políticas (Ediciones Librería Armand Colin, 1962). Unos días antes, Marruecos logró que se aprobara en la conferencia de Estados Independientes de África, celebrada en Monrovia (4-8 de agosto de 1959), una resolución que expresaba las preocupaciones de los pueblos africanos sobre este mismo tema, según Abdelkhaleq Berramdane en «Marruecos y Occidente: 1800-1974» (Ediciones Karthala, 1987). El proyecto de resolución que el reino presentará ante la ONU (A/C.I/L.238) incluso cuenta con el apoyo de 22 países afroasiáticos, indica el historiador.