El gobierno británico ha decidido no responder a las preguntas escritas formuladas por el diputado Ben Lake, un firme defensor del Polisario en la Cámara de los Comunes. El parlamentario instó al subsecretario de Estado de Asuntos Exteriores, encargado de Oriente Medio y el Norte de África, Hamish Falconer, a considerar la posibilidad de pedir al Consejo de Seguridad de la ONU el envío de una misión para investigar la situación de los derechos humanos de los saharauis en el Sahara Occidental y en las cárceles marroquíes. En su respuesta, el gobierno laborista subrayó que «el Reino Unido considera esencial resolver esta disputa de larga data. Por ello, el ministro de Asuntos Exteriores declaró el 1 de junio que la propuesta de autonomía de Marruecos es la base más creíble, viable y pragmática para una solución duradera al conflicto del Sahara Occidental», escribió Hamish Falconer. «Colaboramos con las partes involucradas para apoyar el proceso liderado por la ONU y fomentar el diálogo y el compromiso, con el objetivo de alcanzar una solución pacífica que respete la dignidad y los derechos del pueblo del Sahara Occidental, al tiempo que contribuya a la estabilidad regional a largo plazo.» Además, Falconer destacó que «el Reino Unido está comprometido con la promoción y protección de los derechos humanos en todo el mundo, incluyendo el Sahara Occidental y los campamentos de refugiados de Tinduf». Hamish Falconer también respondió a otra pregunta escrita del mismo diputado sobre la expulsión de dos periodistas españoles del Sahara. «No hemos mantenido ninguna conversación de este tipo respecto a estas dos personas», afirmó, refiriéndose a las autoridades marroquíes. «Los derechos humanos son un elemento central de nuestro diálogo bilateral regular con Marruecos. Durante el segundo diálogo informal Reino Unido-Marruecos sobre derechos humanos, que tuvo lugar en Rabat el 30 de abril de 2024, abordamos temas de interés común, como la libertad de expresión, el empoderamiento de las mujeres, la libertad de los medios y las reformas judiciales», destacó el gobierno laborista.