La Unión Europea adopta una postura cautelosa ante las recientes expulsiones de ciudadanos españoles de las principales ciudades del Sáhara Occidental, ordenadas por las autoridades marroquíes. La respuesta de la jefa de la diplomacia de la UE, publicada el lunes 26 de mayo, a una pregunta escrita de la eurodiputada española Ana Miranda, conocida por su apoyo al Polisario, ilustra esta cautela. A pesar de que la parlamentaria gallega esperaba una condena explícita a Marruecos, la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, subrayó que los Veintisiete «reafirman la importancia del respeto a los derechos humanos, tanto en su territorio como a nivel mundial. Las cuestiones de derechos humanos se abordan en el marco del acuerdo de asociación UE-Marruecos y durante los intercambios regulares con las autoridades marroquíes». Kallas añadió que «la UE mantiene un diálogo constante con la sociedad civil y las ONG que monitorean de cerca las cuestiones de derechos humanos. Además, con la reciente adhesión de Marruecos al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para el período 2023-2025, la UE anticipa nuevas oportunidades para dialogar sobre el respeto y protección de los derechos humanos». «La UE apoya firmemente los esfuerzos de las Naciones Unidas para avanzar en el proceso político que busca una solución justa, realista, pragmática, duradera y mutuamente aceptable, basada en el compromiso y conforme a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.» Kaja Kallas En su pregunta escrita, la eurodiputada Ana Miranda había instado a la vicepresidenta de la Comisión Europea a «condenar públicamente estas expulsiones repetidas» de El Aaiún y Dajla y a «hacer entender a Marruecos que debe permitir un acceso sin restricciones al Sáhara Occidental».