Safouan, un joven de 18 años recién graduado de bachillerato y repartidor de comida, se preparaba para disfrutar de unas esperadas vacaciones familiares en Marruecos este mes de julio. Sin embargo, la tragedia lo sorprendió días antes de partir. Mientras realizaba una entrega en scooter en Róterdam, Países Bajos, fue fatalmente atropellado por un tranvía el viernes 11 de julio. Desde el trágico suceso, el lugar del accidente se ha convertido en un espacio de homenaje. Flores cubren ahora el césped, y familiares y amigos se reúnen allí diariamente para recordarlo. «Hoy deberíamos haber partido hacia Marruecos. Solo queríamos pasar un buen rato en familia», expresó su hermano menor, Ashraf, de 16 años, al micrófono del radiodifusor público neerlandés NOS. «Ahora vamos para enterrarlo», añadió con tristeza. Ashraf y su amigo Amine, de 18 años, visitan frecuentemente el lugar del accidente. «No entiendo lo que está pasando. Pasábamos todos los días juntos. Y ahora, eso ya no es posible», comentó Amine, visiblemente afectado. «El iba por la acera, aquí, luego chocó con el tranvía. Fue arrastrado hasta el final, allá», explicó Ashraf señalando los rieles. El Erasmiaans Gymnasium, la escuela donde Safouan acababa de obtener su diploma, también lamenta profundamente su muerte. En homenaje a su compañero fallecido, un estudiante inició una recaudación de fondos para financiar la construcción de un pozo, un acto de sadaqah jariyah, una forma de caridad continua en el islam. «Es algo que beneficia a otros, incluso después de la muerte», explicó Amine. En menos de una semana, la campaña logró recaudar más de 40 000 €. «Esto nos muestra que no estamos solos. Hay tanto amor por él, y estamos increíblemente agradecidos con todos», declaró Ashraf.