Desde hace varios años, Marruecos ha estado llevando a cabo una transformación estratégica en su política de defensa. Se centra en el desarrollo de una industria militar local, en lugar de depender únicamente de las importaciones. Este enfoque refleja la ambición del país de fortalecer su soberanía en este ámbito, con el fin de consolidar su posición como un actor regional emergente. En los últimos años, Marruecos ha dado un giro notable en su política de defensa, alejándose de su tradicional dependencia de las importaciones para fortalecer su arsenal militar. Ahora, el país se enfoca en desarrollar una industria militar local que pueda satisfacer sus necesidades estratégicas. Este cambio es parte de los esfuerzos de Marruecos por consolidar su soberanía en este ámbito, reducir su dependencia de armas extranjeras y fortalecer su posición como un actor emergente en la región. La transformación comenzó en julio de 2020, cuando el consejo de ministros, bajo la presidencia del rey Mohammed VI, aprobó la ley 10.20 sobre materiales y equipos de defensa y seguridad, armas y municiones. Esta legislación establece el marco legal para el desarrollo de una industria militar local, regulando «la fabricación, importación, exportación, tránsito, transbordo, comercio y transporte» a través de un sistema de licencias, junto con un mecanismo de seguimiento y control de documentos y verificación inmediata de los titulares de autorizaciones en este ámbito. En octubre del mismo año, Marruecos firmó un acuerdo de asociación militar con Estados Unidos, vigente hasta 2030, que contempla el apoyo de Washington para las inversiones destinadas a establecer una industria de defensa en el reino. En abril de 2024, la empresa israelí BlueBird Aero Systems anunció el inicio de la construcción de una fábrica de drones en Marruecos. Dos meses después, el consejo de ministros aprobó un proyecto de decreto para crear dos zonas de aceleración industrial dedicadas a la defensa, destinadas a albergar industrias relacionadas con equipos y sistemas de defensa y seguridad, armas y municiones. En este mismo contexto, la empresa turca Baykar anunció el establecimiento de una filial en Marruecos para «diseñar, fabricar, desarrollar y mantener drones», así como para «fabricar y vender piezas de repuesto para drones», además de «diseñar, fabricar, desarrollar y vender productos y sistemas tecnológicos para la industria de defensa – diseñar, producir y ensamblar dispositivos electrónicos, software y sistemas mecánicos». En su orden del día a las Fuerzas Armadas Reales (FAR) con motivo del 69º aniversario de su creación, el rey Mohammed VI declaró en mayo de 2025: «Continuaremos apoyando los programas de implementación de las industrias militares como uno de los proyectos nacionales mayores que gozan de Nuestra Alta Solicitación. A tal efecto, hemos velado por asegurar todas las condiciones adecuadas para el éxito de este proyecto, conforme a una visión futurista clarividente destinada a alcanzar la soberanía defensiva.» Recientemente, la Administración de Defensa Nacional, el ministerio de Defensa indio y la empresa TATA Advanced Systems Limited (TASL) anunciaron la inauguración en Berrechid de la fábrica TATA Advanced Systems Maroc (TASM), dedicada a la producción de vehículos de combate blindados WhAP 8x8 para las FAR, con la posibilidad de dirigir la producción hacia mercados internacionales prometedores. Hoy, los medios militares especializados han confirmado que Marruecos y Pakistán están en vías de firmar un acuerdo de cooperación militar que incluye la producción de armas pakistaníes en el reino. Localizar las industrias militares y la búsqueda de independencia En su análisis de esta transformación, el experto en seguridad y asuntos militares Mohamed Choukrir explicó a Yabiladi que Marruecos ha «decidido seguir una estrategia de diversificación de socios a través de acuerdos con países como Estados Unidos, India y Turquía, en su búsqueda por realizar la fabricación de armas modernas y sistemas de defensa avanzados.» Añadió que Marruecos también busca «asegurar sus necesidades en equipos, reducir los gastos destinados a la compra de armas y alcanzar un equilibrio con sus vecinos, especialmente Argelia y España». Por su parte, el experto militar Abderrahmane Mekkaoui declaró a Yabiladi que la visión de Marruecos para localizar la industria militar no es algo nuevo. «Sus contornos comenzaron a emerger discretamente, tras la ascensión al poder del rey Mohammed VI, con el lanzamiento de un proyecto para construir una industria de defensa, destinada a alcanzar la autosuficiencia en términos de municiones y algunas piezas de repuesto», subrayó. Y añadió que «Marruecos busca alcanzar varios objetivos estratégicos gracias a la industria militar». «El proyecto reduce el presupuesto para la importación de numerosos tipos de armas. Absorbe un porcentaje de desempleo, en particular el desempleo científico y los graduados del servicio militar, además de la posibilidad de reexportar numerosas armas», dijo. Es importante señalar que en los últimos cinco años, el presupuesto de defensa nacional de Marruecos ha experimentado aumentos significativos. Este año, alcanzó los 133 mil millones de dirhams, lo que representa un aumento de casi 9 mil millones de dirhams en comparación con el año anterior, y un aumento de más de 37 mil millones de dirhams en comparación con 2019. En este contexto, Mohamed Choukrir confirmó que Marruecos adoptaba «la misma estrategia que India en el pasado, con la creación de empresas para proporcionar al ejército indio lo que desea, mientras busca simultáneamente otros países para la exportación». Añadió que la localización de la industria militar se inscribía dentro de una estrategia a largo plazo, «para reforzar la independencia del reino en el ámbito de la defensa y alcanzar la soberanía en la materia». Por otro lado, Abderrahmane Mekkaoui destacó «el importante papel» del sector privado «en la industria de defensa en la mayoría de los países occidentales». Según él, esta es la razón por la cual Marruecos «ha abierto el campo en este ámbito a los inversores de Europa y Asia, incluidos los países del Golfo».