El miércoles 29 de octubre, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución no vinculante que insta al levantamiento del bloqueo estadounidense contra Cuba. El documento recibió el apoyo de 165 países, mientras que siete naciones, entre ellas Estados Unidos e Israel, votaron en contra, y doce se abstuvieron. Este año, Marruecos decidió abstenerse, marcando un cambio significativo en su postura. Hasta ahora, el reino había respaldado de manera constante la eliminación del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington a La Habana desde el 3 de febrero de 1962, como lo hizo en 2022, 2023 y 2024. Esta decisión se produce en un momento estratégico, justo antes de que el Consejo de Seguridad de la ONU adopte una resolución sobre el Sahara Occidental. Este texto, elaborado durante la administración de Trump, destaca la preeminencia del plan de autonomía marroquí para el Sahara. Marruecos restableció sus relaciones diplomáticas con Cuba el 21 de abril de 2017, tras 38 años de ruptura. A pesar de este acercamiento, el régimen cubano sigue siendo un aliado del Polisario, reconociendo a la «república árabe saharaui democrática (RASD)».