El Índice Mundial del Crimen Organizado 2025 ha clasificado a Marruecos en el puesto 79 de 193 países en el mundo, ubicándolo en el lugar 26 en África y segundo en el norte de África después de Libia. El informe revela una realidad compleja del crimen organizado en el país, que abarca desde la trata de personas, el contrabando de drogas y armas, hasta los delitos financieros y cibernéticos. El Índice Mundial del Crimen Organizado 2025 ha situado a Marruecos en el puesto 79 a nivel global entre 193 países, subrayando que las naciones mejor posicionadas en el ranking enfrentan una criminalidad organizada extendida. El informe resalta que el reino ocupa el 26.º lugar entre los 54 países africanos y es el segundo en el norte de África, solo superado por Libia, que muestra altos índices de criminalidad. El documento, publicado por la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional, con sede en Ginebra, Suiza, señala que la trata de personas está profundamente arraigada en Marruecos, funcionando como país de origen, tránsito y destino. Los migrantes extranjeros, especialmente mujeres y niños, enfrentan crecientes riesgos de trabajo forzado y explotación sexual en su camino hacia Europa. Los ciudadanos marroquíes también caen víctimas de la trata en el extranjero, particularmente en Europa y los países del Golfo. En Marruecos, sectores como el trabajo doméstico, la agricultura, la construcción y la prostitución son áreas de explotación. El informe confirma que, a pesar del aumento de arrestos e intentos de infiltración en 2024, la corrupción y la falta de recursos continúan entorpeciendo los esfuerzos por combatir la trata. En cuanto al comercio ilícito de armas, el informe indica que sigue siendo limitado y a menudo está vinculado a otras economías ilegales como el tráfico de drogas y personas, apoyándose en infraestructuras de contrabando. Además, el mercado de productos falsificados en Marruecos sigue siendo robusto debido a su ubicación estratégica, sus infraestructuras y la corrupción persistente. A pesar de una ligera disminución de los productos falsificados expuestos públicamente, la actividad clandestina sigue siendo intensa, con redes grandes y pequeñas involucradas en la producción, distribución y venta en sectores como la electrónica, los productos farmacéuticos, la moda y las bebidas alcohólicas de contrabando. En lo que respecta a los delitos ambientales, el informe destaca que los crímenes relacionados con las plantas, aunque limitados en alcance y escala, como el comercio ilegal de madera de cedro, involucran redes organizadas junto a pequeños actores dedicados a la explotación forestal ilegal y al contrabando transfronterizo. Los delitos relacionados con los animales continúan evolucionando, involucrando una amplia gama de actores desde cazadores y contrabandistas ilegales hasta comerciantes, con algunas redes utilizando herramientas avanzadas como drones, comunicaciones encriptadas y plataformas electrónicas para coordinar y ejecutar sus actividades. En cuanto a las drogas, el informe confirma que Marruecos sigue siendo un país de tránsito importante para la heroína proveniente de Asia con destino a Europa, gracias a su ubicación geográfica y a sus rutas de contrabando transfronterizas. Marruecos también sirve como un centro estratégico para el tránsito de cocaína de América del Sur hacia Europa, con un aumento en las incautaciones de drogas, incluyendo un caso que superó una tonelada a principios de 2024, reflejando una actividad de contrabando creciente. Aunque los mercados exteriores impulsan el consumo, el consumo local persiste entre los ricos y expatriados en las ciudades. Las redes de contrabando transfronterizo son diversas, respaldadas por elementos corruptos, funcionarios cómplices, proveedores de servicios logísticos y lavadores de dinero. Crímenes ambientales, cibernéticos y financieros El informe explica que Marruecos sigue siendo uno de los mayores productores de cannabis del mundo, gracias a condiciones geográficas y climáticas favorables, especialmente en las montañas del Rif. Señala que a pesar de la legalización del cannabis para uso industrial y médico desde 2021, la producción ilegal persiste en parte debido a los retrasos en la aplicación de la ley y a la falta de alternativas económicas para los pequeños agricultores. El mercado de drogas sintéticas también ha experimentado un crecimiento notable, impulsado por métodos de contrabando sofisticados y estrategias de producción de bajo costo, con un aumento del consumo local, especialmente de «poufa», una droga altamente adictiva y de bajo precio, a menudo fabricada a partir de desechos de drogas y materiales domésticos tóxicos. Los cibercrímenes están experimentando un aumento de sofisticación y profesionalismo, con los autores explotando tecnologías modernas como el Internet de las cosas, la inteligencia artificial y las criptomonedas, mejorando sus operaciones con comunicaciones encriptadas y colaboración criminal internacional. En cuanto a los delitos financieros, el informe indica la prevalencia continua de fraude, malversación de fondos y abuso de poder, especialmente entre los funcionarios públicos influyentes. En lo que respecta a la gobernanza, el informe destaca desafíos significativos persistentes, con el poder político permaneciendo fuertemente concentrado, limitando la independencia y eficacia de las instituciones democráticas. Problemas persistentes también obstaculizan la eficacia del sistema judicial en la lucha contra el crimen organizado, incluyendo la falta de recursos, la corrupción y la complejidad de las redes criminales.