En la clasificación de 2025 de Reporteros sin Fronteras, Marruecos ha experimentado una ligera mejora en su índice mundial de libertad de prensa, pasando del puesto 129 al 120. A pesar de esto, los medios del país siguen enfrentándose a desafíos, según la ONG. Esta señala una presión sobre los periodistas y restricciones a la libertad de expresión. A pesar de una leve mejora en la posición de Marruecos en el Índice de Libertad de Prensa 2025, elaborado por Reporteros Sin Fronteras (RSF), la realidad para los periodistas independientes del país sigue siendo complicada. Según el informe publicado por la organización este 2 de mayo, Marruecos ha escalado del puesto 129 en 2024 al 120 entre 180 países, mejorando su puntuación global de 45,97 a 48,04. Este avance se refleja en la mayoría de los subindicadores, destacando el político, que subió del puesto 119 al 97 (de 40,31 a 44,25). También se registró una mejora en el índice económico, que avanzó del puesto 135 al 115, y en el legislativo, que pasó del 128 al 117. Los indicadores sociales y de seguridad también mostraron una ligera mejora, aunque el resultado general sigue estando por debajo de la media mundial. Estos datos evidencian los desafíos estructurales persistentes que enfrenta el sector de los medios, según recuerda RSF. En el contexto regional, Marruecos se ha posicionado segundo en el norte de África, tras haber sido cuarto el año anterior, detrás de Mauritania (50 a nivel mundial). Argelia ocupa el puesto 126 a nivel mundial, Túnez el 129 y Libia el 137, lo que refleja una disparidad significativa en el panorama mediático de la región. A pesar de este progreso relativo, RSF describe el entorno mediático en Marruecos como «difícil». Los periodistas independientes enfrentan presiones sistemáticas mientras las autoridades buscan reforzar su control sobre el sector, informó la ONG. Desde hace años, el ejercicio del periodismo se ve obstaculizado por temas como el Sahara, la monarquía, la corrupción, el islam, los servicios de seguridad y la represión de manifestaciones, según la organización. Dinero y poder, al servicio de las restricciones De acuerdo con Reporteros Sin Fronteras, el jefe del gobierno, Aziz Akhannouch, ha emprendido numerosas acciones legales contra periodistas críticos. «También utiliza su influencia financiera para influir en las líneas editoriales de los medios más influyentes, mientras que aquellos que se oponen a su gobierno enfrentan restricciones económicas. Esta alianza entre el dinero y el poder limita la capacidad de la prensa para abordar temas de corrupción relacionados con la gestión de los asuntos públicos, convirtiendo cualquier denuncia de corrupción en un riesgo financiero y legal.» Informe de Reporteros Sin Fronteras En un entorno económico adverso, los medios tienen dificultades para atraer anunciantes, lo que complica la estabilidad financiera, especialmente para las instituciones independientes, que se han vuelto escasas. En cambio, los medios alineados con el Estado o leales se benefician de un apoyo que les permite operar de manera más estable, según RSF, que publica esta clasificación en vísperas del Día Mundial de la Libertad de Prensa, celebrado el 3 de mayo de cada año. La organización señala que, a pesar de la abolición de las penas de prisión en el Código de Prensa y Edición de 2016, la realidad no refleja un cambio significativo, ya que cualquier publicación crítica puede ser procesada bajo el Código Penal. Para RSF, esta situación revela la fragilidad del marco normativo para proteger la libertad de expresión, así como la escasa independencia del poder judicial, que lleva a los periodistas a imponer una forma de autocensura. La disolución del Consejo Nacional de la Prensa (CNP) y su reemplazo por una comisión temporal en 2023 es vista por la ONG como un retroceso en el proceso de autorregulación de la profesión. «En los últimos años, se han utilizado acusaciones fabricadas de agresión sexual, incluyendo violación, trata de personas, adulterio y aborto ilegal, contra periodistas independientes. Los juicios van acompañados de campañas de difamación organizadas en los medios afiliados al gobierno.» Reporteros Sin Fronteras Las recientes liberaciones de periodistas, entre ellos Taoufik Bouachrine, Omar Radi y Soulaimane Raissouni, tras el indulto real del 30 de julio de 2024, han generado esperanzas. Sin embargo, a medida que se acercan las elecciones de 2026, las presiones sobre los periodistas críticos aumentan, según RSF, que menciona al jefe del gobierno, pero también al ministro de Justicia, Abdellatif Ouahbi, en relación con los procesos contra periodistas este año. A nivel mundial, Noruega ha mantenido su primer lugar en la clasificación, seguida por Estonia, Países Bajos y Suecia. En contraste, Eritrea, Corea del Norte, China, Siria e Irán se encuentran en la parte inferior de la lista.