Desde hace unos meses en Bruselas, una investigación judicial busca examinar si ha habido infracciones en las subvenciones por parte de MolenGeek, la asociación sin ánimo de lucro dedicada a la formación en profesiones digitales, cofundada por el empresario belga-marroquí Ibrahim Ouassari. Contactado por Yabiladi, este afirma que solo se enteró del procedimiento poco antes de la publicación de un artículo en Bélgica. Considera que toda verificación independiente que establezca la verdad es bienvenida. Desde hace varios meses, la fiscalía de Bruselas ha iniciado una investigación judicial para examinar las acusaciones de irregularidades en los subsidios que recibe MolenGeek. Según informaron Le Soir y Paris Match Bélgica el jueves, la investigación ha sido encomendada a la Oficina Central para la Represión de la Corrupción (OCRC). En febrero, la organización de formación en oficios digitales, con sede en Molenbeek, se vio envuelta en una polémica tras la aparición de testimonios anónimos que cuestionaban su gestión. En aquel entonces, Vincent Herregat, conocido como Flibustier y fundador del sitio satírico Nordpresse, publicó una serie de tuits en los que acusaba a la organización cofundada por el empresario belgo-marroquí Ibrahim Ouassari. Aunque posteriormente eliminó los mensajes, estos alegaban, entre otras cosas, que la organización habría manipulado casos de beneficiarios desertores para seguir recibiendo ayudas públicas de Bruselas Formación. Contactado por Yabiladi, Ibrahim Ouassari declaró que «nunca ha sido informado oficialmente» de ningún procedimiento en curso. «No se trata de una imputación, sino de una investigación judicial que busca verificar los hechos tras la publicación de artículos de prensa», explicó el empresario. La fiscalía busca esclarecer los hechos tras las publicaciones Ouassari también indicó que ha pedido a su abogado que investigue si realmente se ha iniciado un procedimiento. «Me enteré a través de un periodista de Le Soir que me contactó para obtener mis declaraciones antes de publicar su artículo. Fuera de eso, no he recibido ninguna notificación y MolenGeek no ha sido contactado por la justicia», añadió. Además, el empresario señaló que la ASBL está sujeta a «numerosos controles» administrativos y financieros, lo cual considera positivo. «Si la fiscalía está realizando verificaciones, lo vemos como algo beneficioso que permitirá esclarecer los hechos», afirmó. A principios de año, las revelaciones previas informaron sobre la decisión de Bruselas Formación de suspender las subvenciones debido a los problemas señalados por los testimonios que mencionó Flibustier. MolenGeek: Ibrahim Ouassari denuncia una «voluntad de perjudicar» que «no quedará sin consecuencias» Por su parte, Ibrahim Ouassari ha reaccionado públicamente criticando las «informaciones falsas y fuera de contexto» que, según él, buscan «perjudicar a MolenGeek». Según los últimos informes en Bélgica, los formadores de la ASBL estarían «remunerados por empresas privadas controladas» por Ouassari, lo que ha motivado la investigación judicial. Para él, este procedimiento «permitirá finalmente que una autoridad neutral constate la regularidad de [la] gestión y cierre definitivamente los rumores». Clarificar la verdad entre las especulaciones En declaraciones a Yabiladi, Ouassari aseguró que fue su ASBL la que decidió terminar la colaboración con Bruselas Formación, no al revés, y que la decisión se basó en la calidad del acompañamiento a los beneficiarios, no en irregularidades financieras. Según él, el enfoque del financiador público no apoyaba adecuadamente al centro de formación en su misión de inculcar una cultura empresarial rigurosa a los jóvenes para facilitar su integración en el mercado laboral. En este contexto, Ouassari considera que «todo control es bienvenido», pero lamenta que se use para «manchar la reputación de alguien o de una iniciativa sin motivo», mediante interpretaciones malintencionadas. «El mensaje que intentamos enviar a los jóvenes es que MolenGeek es un modelo. Pero hoy, se les dice a esos mismos jóvenes que si tienen éxito, serán sospechosos. Eso es lo que me entristece», confesó. Al ser consultado sobre si planea emprender acciones legales por difamación, Ouassari manifestó su intención de mantenerse al margen de las polémicas y «centrarse en lo esencial», que es la formación de los jóvenes. «Algunas personas dicen cosas. ¿Voy a gastar mi energía atacándolos por cuestiones de reputación? ¿Qué aportará eso a los jóvenes y al trabajo que hacemos? Nada en sustancia», afirmó, calificando las controversias como «el precio del éxito». Para él, «hay que aceptar que la gente hable».