Esta semana, por orden de la fiscalía general, fueron detenidos dos monitores de un campamento de verano en Ras El Ma, Ifrane, bajo la jurisdicción de la Corte de Apelación de Mequinez. Los individuos están implicados en un caso de presunta agresión sexual a un menor. Según fuentes mediáticas, el director del campamento sorprendió a uno de los monitores en flagrante intento de violación a un joven campista. De inmediato, informó del incidente a la Gendarmería Real, que actuó rápidamente para arrestar tanto al sospechoso como a otro monitor. Las mismas fuentes señalaron que se sospecha que el segundo monitor conocía el incidente pero no lo reportó a la administración ni a las autoridades, lo que constituye un incumplimiento de sus responsabilidades legales y éticas. La Federación Nacional de Colonias de Vacaciones de la región de Fez-Mequinez calificó el hecho como un caso aislado, describiéndolo como un «comportamiento vergonzoso que no refleja la conducta de la administración ni del personal educativo, quienes actuaron con diligencia al descubrir, reportar y enfrentar la situación con plena responsabilidad». En un comunicado, la Federación Nacional enfatizó que «la seguridad y protección física y psicológica de los niños es una línea roja que no debe cruzarse, siendo una responsabilidad compartida por el Estado, la sociedad civil y las familias». Además, la federación subrayó que cualquier «comportamiento desviado o acto anormal es un incidente individual que no puede atribuirse a todo el sistema educativo de colonias ni generalizarse a los miles de jóvenes y asociaciones que participan con seriedad y responsabilidad en este ámbito».