Símbolo de una nueva era para el sistema de salud marroquí, el Rey Mohammed VI inauguró en Rabat el Complejo Hospitalario Universitario Internacional Mohammed VI y puso en marcha el funcionamiento del CHU Mohammed VI de Agadir. Dos establecimientos de última generación que combinan atención médica de vanguardia, formación médica e innovación tecnológica, marcando un punto de inflexión decisivo hacia una medicina más moderna. Marruecos da un paso decisivo hacia la modernización de su sistema de salud. Este lunes, el rey Mohammed VI, acompañado por el príncipe heredero Moulay El Hassan, inauguró en Rabat el Complejo Hospitalario Universitario Internacional Mohammed VI, un proyecto de envergadura mundial impulsado por la Fundación Mohammed VI de Ciencias y de la Salud. Ese mismo día, el monarca ordenó la puesta en marcha del Centro Hospitalario Universitario Mohammed VI de Agadir, marcando un avance crucial en la regionalización de la atención médica y la formación de profesionales de la salud. Estos dos centros representan una visión transformadora: la de un Marruecos donde el acceso a servicios de salud avanzados y a una formación médica de calidad deja de ser un privilegio para convertirse en un derecho. En Rabat, el nuevo complejo hospitalario universitario se erige como un modelo de integración entre atención médica, enseñanza e investigación. Con una extensión de 280.000 m², alberga dos entidades complementarias: el Hospital Universitario Internacional Mohammed VI (190.000 m²) y la Universidad Mohammed VI de Ciencias y de la Salud (90.000 m²). Diseñado para situar al paciente en el centro del sistema, el hospital cuenta con una capacidad inicial de 600 camas, ampliable a 1.000. Sus 30 polos de excelencia abarcan un amplio espectro de especialidades: cirugía robótica, neurocirugía, oncología, cardiología intervencionista, radioterapia e imagen médica de última generación. Un concentrado de tecnología El establecimiento cuenta con 24 quirófanos ultramodernos, incluyendo un bloque integrado de 3.400 m² con salas híbridas y robotizadas. Dispone de 143 camas de cuidados críticos y 30 incubadoras de reanimación neonatal. Entre sus innovaciones destaca el PET-IRM, la primera instalación de este tipo en África, que combina imagen metabólica y anatómica para un diagnóstico de precisión sin precedentes. El complejo también se distingue por una plataforma de laboratorios totalmente automatizada, la primera del continente, y un laboratorio de anatomopatología digitalizado, garantizando la trazabilidad y fiabilidad de los diagnósticos. Otros equipos, como el sistema de radioterapia Ethos Hypersight o la farmacia hospitalaria robotizada, demuestran un enfoque claramente orientado hacia la medicina del futuro. En la misma línea, un servicio de oxigenoterapia hiperbárica y un centro de simulación médica completan la oferta. Todo ello se enmarca en un enfoque sostenible, certificado de Alta Calidad Ambiental nivel "excepcional", con 8.800 m² de paneles fotovoltaicos que cubren más del 10% de las necesidades energéticas. La Universidad Mohammed VI de Ciencias y de la Salud de Rabat, vinculada al hospital, desempeñará un papel clave en la formación de capital humano. Puede acoger hasta 8.000 estudiantes y cuenta con varias facultades y escuelas dedicadas a la medicina, farmacia, odontología, medicina veterinaria y ciencias de la enfermería. Su centro de simulación médica ofrece un aprendizaje inmersivo en condiciones cercanas a la realidad. Agadir, un polo regional de referencia Más al sur, el CHU Mohammed VI de Agadir se establece como otro hito importante. Construido sobre 30 hectáreas y con una inversión de 3.100 millones de dirhams, está diseñado para acoger 867 camas y varios polos especializados: materno-infantil, cardiología, radiología, urgencias y grandes quemados. El establecimiento es el primero en África en integrar el robot quirúrgico Revo I, capaz de realizar intervenciones mínimamente invasivas con una precisión micrométrica. Su polo cardiológico incluye dos salas de cateterismo y unidades de cuidados intensivos a la vanguardia de la tecnología. El CHU de Agadir también está dotado de una central de esterilización completa y una farmacia central robotizada, garantizando la seguridad del paciente y la trazabilidad de los tratamientos. Destinado a servir a cerca de tres millones de ciudadanos, eliminará la necesidad de que los habitantes de Souss-Massa se desplacen a otras ciudades para intervenciones complejas. Más allá de las cifras y la tecnología, estos dos proyectos encarnan una misma ambición: acercar la atención médica a los ciudadanos mientras se forma a una nueva generación de médicos marroquíes. Crearán miles de empleos directos e indirectos, consolidando el papel del sector de la salud como pilar del desarrollo nacional.