Las autoridades españolas han deportado a un ciudadano marroquí a su país de origen tras una orden del tribunal de Gerona, luego de ser hallado culpable de múltiples delitos graves. Este individuo, que vivía ilegalmente en Calonge, en el noreste de España, había sido arrestado más de 20 veces y enfrentaba varias acusaciones, incluyendo robo con violencia, allanamiento de morada, receptación de bienes robados y resistencia a las fuerzas del orden. La policía española señaló que el detenido era una fuente de preocupación para los residentes debido a su comportamiento agresivo. Además, revelaron que había usurpado la identidad de otro ciudadano en Murcia, lo que provocó que este último recibiera citaciones judiciales por delitos con los que no tenía relación alguna. El sospechoso marroquí fue capturado en una casa abandonada antes de ser trasladado al aeropuerto y deportado a Marruecos en avión.