Tras varios días de silencio ante los ataques de la televisión pública argelina, los Emiratos Árabes Unidos han decidido responder con firmeza. En un editorial publicado por el diario Al Bayane, Abu Dabi denuncia una hostilidad persistente de Argel desde la apertura de un consulado emiratí en Laayún, al tiempo que acusa a Argelia de manipulaciones regionales y discursos de odio. Un nuevo episodio en el aumento de las tensiones diplomáticas entre ambos países. Tras varios días de silencio, los Emiratos Árabes Unidos han respondido finalmente a los ataques lanzados por la televisión pública argelina. Esto ocurre a pesar del consejo del exministro de Asuntos Exteriores, Anwar Gargash, de ignorar las acusaciones provenientes de Argelia. Abu Dabi ha elegido responder a través de uno de sus medios, el periódico Al Bayane. «El ataque argelino contra los Emiratos Árabes Unidos no es algo nuevo ni se debe a una simple entrevista o a un análisis mediático pasajero. Todo comenzó cuando los Emiratos decidieron, en un ejercicio de soberanía, abrir un consulado en la ciudad marroquí de Laâyoune. Esta decisión buscaba fortalecer una auténtica hermandad y reconocer explícitamente un derecho legítimo a la soberanía, enraizado en la historia y la geografía», señala Al Bayane en su editorial. «Desde entonces, los Emiratos Árabes Unidos se han convertido en el blanco de discursos agresivos y el chivo expiatorio de los fracasos argelinos». Los medios argelinos incluso han incluido a Abu Dabi en un supuesto «eje del mal», junto con Rabat y Tel Aviv. Argelia calificada de «Estado artificial» El diario recuerda a «aquellos cuya memoria o honestidad falla que Argelia misma nunca ha sido un Estado en su totalidad, sino una tierra invadida sucesivamente por marroquíes, españoles, turcos y franceses». Un retorno al remitente, ya que la televisión pública argelina había calificado a los Emiratos de «Estado artificial» en un comunicado del 2 de mayo. Al Bayane afirma que «Argelia apoya a las milicias en su vecindad, alberga movimientos separatistas, siembra discordia en todas las regiones y se opone simultáneamente a Marruecos, Libia, Malí y Níger. Sin embargo, no duda en presentarse como un oasis de paz y sabiduría». Cabe recordar que el presidente Abdelmadjid Tebboune declaró en abril de 2024 que «donde hay conflictos, el dinero de este Estado (los Emiratos) está presente, en Malí, Libia y Sudán». El periódico emiratí también quiso desmentir las alegaciones argelinas sobre un posible apoyo de Argel a los Emiratos durante la fundación de la unión, el 2 de diciembre de 1971. Precisa que «Marruecos fue uno de los primeros países en reconocer a los Emiratos Árabes Unidos inmediatamente después de su unificación. Estableció rápidamente relaciones diplomáticas con el país y apoyó su fundación en foros regionales e internacionales, mientras ustedes estaban sumidos en sus propios conflictos internos, discutiendo sobre quién merecía gobernar: ¿el cabo o el muyahidín?». Tras la difusión, el 28 de abril, por un canal de información continua emiratí de una entrevista con un historiador argelino cercano al régimen, Mohamed Amine Belghit, Canal Argelia (pública) acusó a los Emiratos de llevar a cabo «un ataque grave contra los principios ancestrales del pueblo argelino, al intentar sembrar dudas sobre sus orígenes y su historia profunda. Es un insulto mediático, pero también una agresión contra los valores y la soberanía». En junio de 2018, Argelia cedió la gestión de los puertos de Argel y Djendjen al grupo emiratí Dubai Port World (DPW), perteneciente al gobierno de Dubái. Una concesión en un momento en que las relaciones entre Abu Dabi y Rabat atravesaban un período de turbulencia, tras la negativa del reino a participar en el bloqueo a Catar, decretado un año antes por Arabia Saudita, los Emiratos, Baréin y Egipto.