En cuanto al tema del Sáhara, Corea del Sur ha abandonado recientemente su posición de neutralidad al apoyar el plan de autonomía marroquí. Un cambio de política analizado que ha llamado la atención de un centro de investigación español. Un centro de estudios español con sede en Barcelona está analizando el fortalecimiento de las relaciones entre Marruecos y Corea del Sur. «En los últimos años, estas relaciones han cobrado un impulso significativo, reflejando una estrategia más amplia de ambos países para extender su influencia en regiones geográficas clave», señala el Instituto para el Desarrollo de las Sociedades Humanas (IDUHS) en un informe publicado el 19 de mayo, titulado «El eje Rabat-Seúl: un nuevo pacto estratégico en torno al Sahara con impacto global». «La reciente decisión de Seúl de apoyar oficialmente la propuesta de autonomía de Marruecos para el Sahara Occidental, presentada por Rabat ante las Naciones Unidas en 2007, representa un cambio significativo respecto a la tradicional postura de neutralidad de Corea del Sur sobre este conflicto.» IDUHS El gobierno surcoreano elogió el 9 de mayo, a través de un comunicado de su Ministerio de Asuntos Exteriores, «los esfuerzos serios y creíbles» de Marruecos para avanzar hacia una solución en la cuestión del Sahara. Seúl en busca de un socio fiable en África «Este respaldo no solo marca un punto de inflexión en la diplomacia bilateral, sino que también introduce nuevas dinámicas en el escenario geopolítico afroasiático, con posibles implicaciones a medio y largo plazo», analiza el think-tank. «El reconocimiento por parte de Corea del Sur de esta iniciativa marroquí, aunque expresado en el lenguaje diplomático habitual al "tomar nota" del plan y elogiar los esfuerzos "serios y creíbles" de Rabat, representa una aprobación política implícita que altera el equilibrio previo. Corea del Sur, uno de los principales actores económicos y tecnológicos de Asia Oriental, ha decidido alinearse más explícitamente con el enfoque promovido por las Naciones Unidas para la resolución de conflictos, especialmente según los parámetros de la resolución 1754 del Consejo de Seguridad, que aboga por una solución negociada y realista.» La resolución 1754 fue adoptada el 30 de abril de 2007 por el órgano ejecutivo de la ONU. Tres semanas antes, Marruecos había presentado su plan de autonomía. Este texto marca una ruptura con las decisiones anteriores de los Quince, que llamaban a la organización de un referéndum de autodeterminación en el Sahara. «Consciente de la creciente competencia geopolítica en África entre actores tradicionales (Francia, Estados Unidos) y emergentes (China, Turquía, Rusia), Corea del Sur busca fortalecer su presencia en el continente consolidando sus relaciones con socios considerados estables, proactivos y estratégicamente posicionados. Marruecos cumple con todos estos criterios: posee estabilidad institucional, es un modelo de diplomacia activa en África y en el mundo árabe, y sirve como una plataforma logística clave gracias a su proximidad con Europa y su influencia en el África subsahariana», analiza el think-tank sobre las motivaciones de Seúl. Además, se recuerda que Corea del Sur excluyó al Polisario, para gran descontento de Argelia, de la primera edición del foro Corea-África, que se celebró en junio de 2024 en Seúl.