El gobierno de Mauritania ha defendido su decisión de mayo pasado de cerrar la región de Lebriga, ubicada en la frontera con Argelia. «Esta es una política de seguridad interna destinada a controlar los pasos fronterizos y asegurar nuestras fronteras», afirmó Houssein Ould Meddou, ministro de Cultura, Artes, Comunicación y Relaciones con el Parlamento y portavoz del gobierno mauritano, durante una entrevista con France 24 Arabic. «Esta medida no tiene implicaciones políticas y no está dirigida contra nadie en particular. Se trata de un enfoque bien establecido por el Estado para proteger su soberanía.» Con estas declaraciones, Mauritania responde oficialmente a las demandas del Polisario, que busca que sus fuerzas armadas puedan cruzar la zona de Lebriga para atacar posiciones marroquíes al este del Muro de Arena. El Frente incluso envió una delegación a Nuakchot el 30 de mayo con el objetivo de persuadir al presidente Mohamed Cheikh Ould El Ghazouani para que reabra Lebriga. Sin embargo, la iniciativa no tuvo éxito. Desde entonces, el ejército mauritano ha intensificado su presencia en la región, desplegando, entre otros recursos, drones de vigilancia.