El Polisario inauguró este domingo 3 de agosto la 13ª edición de la universidad de verano de Boumerdès, enfocada en los «cuadros de la república saharaui». No obstante, la ceremonia de apertura se realizó sin la presencia del gobierno argelino, a pesar de ser el principal organizador del evento. Ningún miembro del gabinete del primer ministro, Nadir Larbaoui, acompañó al «primer ministro» del Frente, Bouchraya Bayoune, ni siquiera enviaron un mensaje de apoyo en video a los asistentes. La participación argelina se limitó a una intervención en directo del presidente del «comité argelino de solidaridad con el pueblo saharaui», Said Ayachi, cuya asociación ha organizado la universidad de verano de Boumerdès desde 2009. En cuanto a los partidos políticos argelinos, su implicación no cumplió con las expectativas del Polisario. El líder del FLN (Frente de Liberación Nacional) decidió no asistir. El histórico partido argelino se limitó a enviar «representantes», según la agencia de prensa del Polisario. La presencia de secretarios generales de pequeños partidos argelinos fue un escaso consuelo para el Frente. Los presidentes del «Frente para el Futuro», del «Rassemblement de l'Espoir pour l'Algérie» y del «Frente de Buena Gobernanza» tomaron la palabra durante la ceremonia de apertura para expresar su solidaridad con el Polisario, informó la misma fuente mediática. Es importante recordar que en 2019, Argelia envió al presidente de la Cámara Baja del Parlamento, Slimane Chenine, para representar al Estado argelino en la universidad de verano de Boumerdès. Ministros y líderes de partidos políticos argelinos solían participar activamente en este evento. En 2018, el exsecretario general del FLN, Djamel Ould-Abbès, se dirigió a los participantes de este encuentro. Otro hecho notable de esta 13ª edición de la universidad de verano de los cuadros del Polisario fue la ausencia de Brahim Ghali durante la sesión de apertura. Por otro lado, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó ayer, en un mensaje dirigido al rey Mohammed VI con motivo de la fiesta del Trono, su apoyo a la marroquinidad del Sahara Occidental. También «apoyó la propuesta de autonomía marroquí, considerada seria, creíble y realista, como única base para una solución justa y duradera de este conflicto».