Marruecos ha reabierto el puesto aduanero de Beni Ensar después de más de dos meses de cierre, desde el pasado 8 de julio, debido a la coincidencia con la «Operación Marhaba», que acaba de concluir. A pesar de que ni la delegación gubernamental en Melilla ni las autoridades marroquíes han confirmado oficialmente esta reapertura, Jesús Aguilera, un agente aduanero encargado de las operaciones de importación desde que el puesto reabrió en enero, aseguró a El Faro de Melilla que las autoridades marroquíes le habían comunicado el regreso a la normalidad. No obstante, según la misma fuente, la actividad comercial aún no ha retomado su ritmo habitual, ya que actualmente no se prevén importaciones. Aguilera atribuye esta situación a un estado de «incertidumbre» entre los importadores, debido a las restricciones repetidas impuestas por Marruecos en los últimos meses. Aguilera también mencionó que recientemente viajó a Marruecos en busca de nuevos proveedores y que se han identificado puertos alternativos. Sin embargo, la reanudación de las operaciones de importación, especialmente de pescado, sigue dependiendo de la decisión de los importadores, quienes aún no han mostrado intención de proceder. Por otro lado, el agente aduanero Juan Francisco Quílez explicó que el único exportador que enviaba electrodomésticos y artículos de cocina a Marruecos ha decidido suspender temporalmente sus actividades, citando una falta de viabilidad económica. Quílez destacó que las operaciones comerciales a través del puesto de Beni Ansar son «no rentables» debido al limitado rango de productos y las escasas garantías. Explicó que cualquier transacción requiere múltiples licencias de las oficinas de aduanas de Melilla y Beni Ansar, además de aprobaciones de Madrid y la coordinación con Rabat, a las cuales describió como «caóticas».