La selección marroquí de futsal cayó el domingo ante Argentina (2-0) en su segundo y último partido del torneo de la FIFA celebrado en Buenos Aires. El encuentro estuvo marcado por decisiones arbitrales que el cuerpo técnico marroquí cuestionó enérgicamente. En un estadio repleto con 8,000 aficionados argentinos apoyando a la Albiceleste y un pequeño grupo de marroquíes, los Leones del Atlas mostraron una gran técnica. Multiplicaron las fases defensivas organizadas e intentaron sorprender a sus rivales con rápidos contragolpes. El control del balón por parte de Marruecos fue indiscutible, logrando en varias ocasiones poner en aprietos al portero argentino. El partido vivió momentos de alta tensión debido a una serie de errores arbitrales que perjudicaron a los dirigidos por Hicham Dguig, quien fue expulsado tras protestar repetidamente, recibiendo una tarjeta roja. El primer gol de Argentina llegó en medio de una gran tensión entre los jugadores, provocada por las decisiones cuestionadas de los árbitros, todos de nacionalidad argentina. A pesar de la presión constante y algunas oportunidades claras, los Leones del Atlas no consiguieron igualar el marcador. En la segunda mitad, el segundo gol argentino fue anotado desde el punto de penalti después de que Marruecos acumuló cinco faltas. Según el seleccionador marroquí, los reiterados errores arbitrales influyeron claramente en el desarrollo del partido y frenaron el impulso de su equipo. Esta derrota de Marruecos se produce un día después de una convincente victoria contra Chile (5-3). Al concluir el torneo, Argentina se coronó campeona del certamen tripartito con dos victorias, una contra Chile y otra contra Marruecos, que terminó en segundo lugar.