La ceremonia del té marroquí, símbolo de hospitalidad y reflejo del arte de vivir del país, fue el centro de atención el miércoles en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con motivo del Día Mundial del Té. Durante el evento, que contó con la presencia del director general de la FAO, Qu Dongyu, la misión permanente de Marruecos ante las agencias de la ONU en Roma instaló un stand adornado con los colores del reino, poniendo de relieve la riqueza y diversidad de la tradición marroquí. El espacio marroquí, que incluía un auténtico salón tradicional donde los visitantes pudieron descubrir y experimentar el arte ancestral de preparar el té de menta, captó la atención de numerosos diplomáticos y altos funcionarios internacionales interesados en conocer esta tradición secular, verdadero emblema de compartir, convivencia y el savoir-vivre marroquí. En la ocasión, los invitados tuvieron la oportunidad de degustar el té marroquí, preparado según el método tradicional, que encapsula toda una cultura de sabores ricos y envolventes, acompañado de una selección refinada de pasteles marroquíes. Este año, Marruecos fue elegido por la FAO para representar la riqueza cultural del té a nivel mundial, junto a países como China, Azerbaiyán, Kenia, Rusia e Indonesia, en el marco de este día internacional que busca promover la diversidad de tradiciones relacionadas con el té y su papel en la cultura, la agricultura y el desarrollo sostenible. La FAO subraya la importancia cultural y social del té y el café, especialmente en el contexto del patrimonio agrícola mundial.