Marruecos ha acogido numerosos rodajes de Hollywood, especialmente en la región de Uarzazat. Uno de los lugares más emblemáticos es el Ksar Aït-Ben-Haddou, que se ha utilizado en muchas escenas de la mítica serie «Game Of Thrones» y también en «Gladiator». El Ksar Aït-Ben-Haddou es un lugar de una belleza impresionante que deja sin aliento. Este pintoresco pueblo atrae a numerosos turistas en busca de un cambio de escenario. Reconocido como Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1987, el sitio está envuelto en leyendas fascinantes. Ubicado en la provincia de Uarzazat, en las laderas del sur del Alto Atlas, al sur de Telouet, este «palacio» es célebre por ser «el más conocido de los ksour del valle de Ounila», según la UNESCO. El Centro de Conservación y Rehabilitación del Patrimonio Arquitectónico de las zonas atlásicas y subatlásicas (CERKAS), con el respaldo de las autoridades marroquíes, ha implementado un plan de gestión para preservar la estética y la integridad del lugar. Las construcciones de adobe y tierra ocre y rosa representan un ejemplo clásico de la arquitectura del sur de Marruecos. El Ksar parece sacado de un cuento de hadas, un oasis en medio de un entorno desértico, con sus viviendas colgando de la ladera de una colina. Este tipo de construcción tradicional presahariana atrajo a aldeanos debido a un río serpenteante en el valle. La mayoría de los habitantes del Ksar son antiguos nómadas que decidieron abandonar la vida errante para asentarse definitivamente. Ph. Flickr/ Nuriamp El pueblo fue históricamente un paso tradicional para las caravanas que viajaban entre Marrakech y el sur del Sahara, a través del valle de Drâa y el paso de Tizi-n'Telouet. Se trata de un conjunto de edificaciones de tierra rodeadas por murallas, con casas agrupadas protegidas por torres imponentes. Según la UNESCO, «las construcciones más antiguas no parecen anteriores al siglo XVII, aunque sus estructuras y técnicas se han propagado desde tiempos remotos en los valles del sur de Marruecos». Leyendas rodean el misterio del Ksar Según la tradición oral, el primer edificio levantado en este Ksar fue el granero comunitario (Ighrem n'iqqdarn) en lo alto de la colina. Una princesa judía gobernaba el douar antes de la llegada del Islam. Con la llegada de los musulmanes, la monarca huyó tras una prolongada resistencia, incendiando las cosechas a su partida. Esta leyenda guarda similitudes con la historia de Kahena o Diyha, la reina zenetes que combatió el avance de los Omeyas y del Islam en el Magreb, y reinaba sobre los Aurés (Argelia). Ph. Flickr/ Nuriamp Existen otras leyendas sobre el origen de este Ksar. Una de ellas atribuye su creación a un hombre venido del desierto, llamado Aïssa. Los habitantes de Ksar Aït-Ben-Haddou son conocidos como los Aït Aïssa (los descendientes de Aïssa), y durante mucho tiempo el pueblo llevó este nombre. Youssef Ben Tachfine, primer sultán almorávide, designó a Cheikh Ben Haddou como jefe de la tribu del Ksar. El nombre del Cheikh perduró, y desde entonces, el Ksar Aït-Ben-Haddou destaca por su singularidad en el desierto marroquí. Sin embargo, son escasas las fuentes que permiten ofrecer una historia más precisa del lugar. El Ksar Aït-Ben-Haddou ha sido un imán para numerosos directores de cine de todo el mundo en los últimos cincuenta años. Algunas escenas de «Lawrence de Arabia» fueron filmadas en 1962 en este pueblo. Otros títulos prestigiosos que han elegido este lugar como escenario incluyen Gladiator, Game Of Thrones (Temporada 3), Alejandro, Babel, entre otros.