Una vez más, Argelia reacciona con rapidez ante cualquier avance diplomático que favorezca a Marruecos en el conflicto del Sáhara Occidental. En esta ocasión, el Reino Unido se encuentra en el centro de las críticas de Argel, tras manifestar su apoyo al plan de autonomía marroquí, una propuesta que ha recibido el respaldo de numerosas capitales como una solución de compromiso a un conflicto que se extiende por casi medio siglo. En un comunicado con un tono particularmente confuso, publicado este domingo 1 de junio, Argelia lamenta el respaldo británico a lo que describe como una «iniciativa vacía» y una maniobra para «ganar tiempo», mientras «acostumbra a la comunidad internacional al hecho consumado de la ocupación ilegal» del territorio. Según Argel, aunque este plan ha sido elogiado en varias ocasiones por las Naciones Unidas como una base seria para el diálogo, nunca ha sido «tomado en serio» (sic) por los enviados de la ONU. Sáhara: El Reino Unido apoya el plan de autonomía propuesto por Marruecos Este episodio no es un caso aislado. Argelia, que asegura no ser parte del conflicto, adopta sistemáticamente una postura intransigente cada vez que un tercer país apoya el plan de autonomía marroquí. En 2022, tras el cambio de postura de Madrid, Argel llamó a consultas a su embajador en España, y en 2024 congeló las relaciones diplomáticas con París, denunciando posiciones «hostiles» tras las declaraciones de Emmanuel Macron sobre la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. No obstante, escarmentada por su estrategia de tensiones políticas y económicas, en esta ocasión Argel suaviza sus declaraciones. Subraya que Londres no ha reconocido explícitamente la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental y que «el secretario de Estado británico ha reafirmado públicamente y solemnemente el compromiso del Reino Unido con el principio del derecho a la autodeterminación». En su comunicado, Argelia expresa su esperanza de un cambio de postura por parte de Londres, evitando mencionar las declaraciones de David Lammy sobre las inversiones británicas en las provincias saharianas.