Abdallah El Faryadi, presidente del «Instituto marroquí de derechos humanos», ha dirigido oficialmente una carta a Aziz Akhannouch, presidente del consejo municipal de Agadir, proponiendo renombrar algunas calles e instalaciones públicas de la ciudad en homenaje a personalidades judías marroquíes. El Faryadi, conocido por estar frecuentemente en el centro de controversias debido a sus numerosas visitas a Israel, ha apoyado anteriormente la visita de jóvenes marroquíes a Tel Aviv, incluso durante el conflicto entre el Estado israelí y Gaza. Con fecha del 21 de mayo de 2025, la carta se fundamenta en el preámbulo de la constitución marroquí, que reconoce la herencia hebrea como parte integral de la identidad nacional. El Faryadi subraya que la falta de referencias a figuras judías marroquíes en los nombres de lugares públicos es una omisión en la representación de este rico patrimonio cultural y religioso. La carta enfatiza la importancia de reflejar la diversidad histórica de la ciudad a través de estas designaciones simbólicas. Entre las propuestas de la asociación se encuentra el cambio de nombre de la calle Allal Al-Fassi a «calle Simon Levy», en honor al fallecido activista político y económico, muy apreciado por los habitantes. Asimismo, se sugiere transformar la calle Abderrahim Bouabid en «calle Khalifa Ben Malka», en reconocimiento a un destacado rabino en la historia de Agadir. Esta iniciativa ha desatado una intensa polémica en las redes sociales, con muchos cuestionando las motivaciones detrás de la propuesta, especialmente en el contexto actual del conflicto en Gaza. Aziz Hanaoui, secretario general del Observatorio marroquí para la anti-normalización, comentó en su página de Facebook que esta carta proviene de alguien para quien servir al sionismo se ha convertido en un credo, incluso a costa de los símbolos nacionales históricos. Salima Belemkaddem, presidenta del Movimiento marroquí para el medio ambiente 2050, calificó esta carta en su página de Facebook como un «llamado público al sionismo por parte de una institución marroquí», añadiendo que esta solicitud equivale a «bendecir la normalización con los nazis». Por su parte, Adel Tchikitou, presidente de la Liga marroquí de derechos humanos, declaró en su página de Facebook que el impulsor de esta iniciativa, al frente de este instituto, es uno de los rostros más visibles de la normalización con la entidad sionista, habiendo visitado Israel en varias ocasiones, burlándose de los pueblos oprimidos de los territorios ocupados. La Organización nacional para los derechos humanos y la lucha contra la corrupción declaró que la propuesta de cambiar nombres de calles como «Allal Al-Fassi» y «Abderrahim Bouabid» es una «ofensa clara a los símbolos del movimiento nacional marroquí, quienes sacrificaron sus vidas por la liberación del país del colonialismo».