Desde Ginebra, actores asociativos han lanzado un llamado, durante un encuentro, a las Naciones Unidas para asegurar protección a los saharauis de los campamentos de Tinduf, otorgándoles el «estatuto de refugiados». Un derecho que se enfrenta, desde hace 50 años, a la determinación del Polisario y de Argelia de instrumentalizar a los saharauis de los campamentos en su guerra contra Marruecos. En el contexto de la 59ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que se celebra del 16 de junio al 9 de julio, Ginebra fue el escenario, el 25 de junio, de un encuentro dedicado al derecho al retorno de los saharauis, organizado por actores asociativos internacionales. «La conferencia es un alegato a favor del derecho al retorno de los saharauis retenidos en los campamentos de Tinduf en Argelia», declaró a Yabiladi Abdelouahab Gaïn, presidente de la Asociación Africa Watch de Derechos Humanos. «Estos campamentos son escenario de violaciones frecuentes de los derechos humanos, como asesinatos extrajudiciales, desapariciones forzadas, violaciones, torturas y tratos degradantes que atentan contra la dignidad humana», explicó Gaïn, quien participó en el encuentro. «Los participantes instaron a la comunidad internacional a intervenir para garantizar protección a los secuestrados de los campamentos de Tinduf, conforme a los mecanismos de los Pactos de derechos humanos y a las resoluciones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.» Gaïn precisó que se hizo un llamado a los relatores especiales de las Naciones Unidas encargados de las cuestiones de derechos humanos para instar a Argelia a realizar un censo de los secuestrados. El testimonio de Mustapha Salma, desde Mauritania El presidente de Africa Watch lamentó que la población de los campamentos aún no cuente con el «estatus de refugiado, conforme a la Convención Internacional de Ginebra de 1951 y al Protocolo Facultativo de 1967, relativos a los refugiados. Un estatus que ofrece a los desplazados la opción entre el retorno a su país de origen y la residencia en otro país». Este saharaui destacó que los habitantes de los campamentos de Tinduf también están privados por las autoridades argelinas y las milicias del Polisario del derecho a la libre circulación. Deben obtener autorizaciones, concedidas con cuentagotas por Argelia y el Frente Polisario, para poder salir de allí. A miles de kilómetros de Ginebra, Mustapha Salma, opositor a la dirección del Polisario desde el otoño de 2010, recordó, con motivo del Día Mundial de los Refugiados, celebrado el 20 de junio de cada año, las resoluciones del Consejo de Seguridad que exhortan a Argelia a registrar a los saharauis de los campamentos de Tinduf. «El estatus de refugiado es un contrato entre el país de acogida y el solicitante de asilo, a través de la oficina de representación del ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados). Una vez aceptada la solicitud, la oficina del ACNUR se convierte en responsable del refugiado, en coordinación con el país de acogida y sus instituciones», explicó en las redes sociales. Una perspectiva que el Polisario teme. «Privado de su autoridad sobre los saharauis de los campamentos de Tinduf, el Frente Polisario no podrá reclutar a los refugiados ni utilizarlos en su proyecto político a su antojo», subrayó el exiliado en Mauritania.