En una sesión del Consejo de Derechos Humanos celebrada en Ginebra, Marruecos manifestó su «profunda preocupación» ante el acelerado deterioro de la situación en los territorios palestinos ocupados. La delegación marroquí condenó enérgicamente las recientes operaciones militares llevadas a cabo por Israel, especialmente en Cisjordania, calificándolas como violaciones del derecho internacional y amenazas para la seguridad de los civiles y su acceso a la ayuda humanitaria. Con casas destruidas, familias desplazadas y convoyes humanitarios bloqueados, Rabat denuncia un ciclo de violencia que no hace más que agravar el sufrimiento. Marruecos exigió el cese inmediato de la violencia y abogó por la reanudación de un diálogo político creíble que pueda conducir a una paz duradera, según un comunicado. También subrayó la necesidad de un esfuerzo internacional coordinado para garantizar la protección de los derechos de los palestinos. El reino resaltó además la importancia de la hoja de ruta surgida de la cumbre de El Cairo, dedicada a la reconstrucción. Insiste en que esta debe ser implementada por la propia dirección palestina, bajo una supervisión clara y eficaz. Finalmente, Marruecos reafirmó su compromiso con una solución política justa y duradera, considerando que solo esta puede ofrecer verdaderas garantías de paz, seguridad y dignidad para todos los pueblos involucrados.