El ex presidente sudafricano Jacob Zuma continúa su visita en Marruecos. Tras mantener conversaciones políticas con el ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, el martes en Rabat, Zuma se trasladó este miércoles a Tánger. En la agenda de su visita, se incluyó una parada en la planta de Renault, como líder del partido UMkhonto weSizwe (MK). La elección de este destino no es fortuita. En Sudáfrica, diversas voces, tanto dentro del ANC como del gobierno del presidente Cyril Ramaphosa, han manifestado públicamente su interés en desarrollar una cooperación con Marruecos en el sector automotriz. Para contextualizar, durante una conferencia organizada en marzo de 2024 en Washington por un think-tank estadounidense, y en presencia del embajador de Marruecos en Estados Unidos, Youssef Amrani, la exministra sudafricana de Asuntos Exteriores, Naledi Pandor, expresó que su país busca aprovechar la experiencia marroquí en este sector. Ayer, Jacob Zuma declaró, al concluir sus reuniones con Nasser Bourita, que «las relaciones entre nuestros dos países tienen un gran potencial de desarrollo. Por ello, el MK ha propuesto una postura política destinada a ofrecer una solución concreta al persistente bloqueo sobre el futuro de la región del Sahara: "una asociación estratégica para la unidad africana, la emancipación económica y la integridad territorial"».