El 2 de agosto, el presidente Donald Trump reafirmó su respaldo a la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental en un mensaje dirigido al rey Mohammed VI con motivo de la Fiesta del Trono. Esta postura, inicialmente anunciada el 10 de diciembre de 2020, establece que «los Estados Unidos de América reconocen la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental y apoyan la Propuesta de Autonomía marroquí, considerada seria, creíble y realista, como la única base para una solución justa y duradera de este conflicto», escribió Trump. A una semana de esta contundente declaración del presidente estadounidense, Argelia aún no ha emitido una reacción. Este silencio contrasta con las medidas políticas y económicas que Argelia tomó contra España en marzo de 2022 y Francia en agosto de 2024, tras su respaldo a la solución marroquí propuesta en 2007. La cautela de Argelia ante Washington no resulta sorprendente. Cabe recordar que, en un comunicado del 9 de abril, publicado tras las conversaciones entre Marco Rubio y Nasser Bourita, la diplomacia argelina se limitó a «tomar nota de la confirmación por parte del Departamento de Estado de la posición de Estados Unidos, que considera el plan de autonomía bajo soberanía marroquí como la única solución al conflicto». El Ministerio de Asuntos Exteriores argelino expresó, en el mismo texto, sus «lamentaciones» ante esta decisión procedente «de un país miembro permanente del Consejo de Seguridad, que se supone debe respetar el derecho internacional en general y las resoluciones del Consejo de Seguridad en particular». Una reacción similar se observó tras el apoyo del Reino Unido a la iniciativa marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental. «Argelia lamenta la elección del Reino Unido de apoyar el plan de autonomía marroquí», deploró el departamento de Attaf en un comunicado. El Polisario aún no ha respondido al mensaje del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dirigido al rey Mohammed VI el 2 de agosto.