La embajadora de Marruecos en Francia, Samira Sitaïl, se unió a una delegación de embajadores árabes acreditados que visitaron la misión palestina en París, tras el reconocimiento oficial del Estado palestino por parte del presidente Emmanuel Macron en la 80ª Asamblea General de la ONU. «En este momento histórico, los embajadores de los estados miembros de la Liga Árabe, incluida Samira Sitaïl, expresaron su apoyo y solidaridad» con su homóloga Hala Abou Hassira, informó la representación marroquí en la plataforma X. Durante la visita, la delegación, junto a la jefa de la misión diplomática palestina, portó un keffieh como símbolo de apoyo. Esta iniciativa se llevó a cabo después de que Francia y varios países reconocieran, el lunes 22 de septiembre, al Estado de Palestina con el objetivo de presionar a Israel para que detenga el genocidio en curso en la Franja de Gaza. Visita de los Embajadores #Árabes acreditados en #Francia a la Embajada de #Palestina, al día siguiente del reconocimiento por parte del Presidente de la república #francesa, @EmmanuelMacron, del Estado de #Palestina durante la asamblea general de @ONU_fr en #NuevaYork. En este momento… pic.twitter.com/onlKI8D7wz — Embajada del Reino de Marruecos en Francia ?? (@AmbaMarocFrance) 23 de septiembre de 2025 En la misma Asamblea de la ONU, Marruecos reafirmó, el martes, su apoyo a la solución de dos Estados como «único camino» para restablecer la paz en la región. En este sentido, el jefe del gobierno, Aziz Akhannouch, destacó la posición de Rabat a favor del establecimiento de un Estado palestino independiente en las fronteras de junio de 1967, con Al-Quds Este como capital y Gaza como parte integral de este Estado, sin olvidar la importancia de integrar la dimensión económica en el proceso de paz. Akhannouch también señaló que esta solución «no puede ser ni postergada ni marginada, sino que debe convertirse en una obligación moral y una exigencia política inmediata». Subrayó además la necesidad de abrir perspectivas para una solución política creíble y establecer un calendario preciso que garantice los derechos legítimos del pueblo palestino.