Las autoridades israelíes informaron el jueves sobre la detención de un hombre con doble nacionalidad, israelí y estadounidense, residente en Marruecos, bajo sospecha de espionaje para Irán. El arresto se produjo tras su llegada a Israel, donde tenía la intención de «realizar misiones de recopilación de información sobre figuras públicas». De acuerdo con la policía israelí, citada por Europa Press, el sospechoso, identificado como Yaakov Perel, tiene 49 años y reside en Marruecos. Se le acusa de «varios delitos de seguridad, incluyendo contactos con agentes iraníes y la realización de tareas bajo su dirección». La policía detalló que en 2017, Perel se había puesto en contacto con la embajada de Irán en Rabat para solicitar asilo para él y su familia. En 2023, habría «comenzado a publicar artículos contra Israel y el sionismo» tras unirse a grupos iraníes en Telegram. Las autoridades también revelaron que, después de publicar un artículo de apoyo en enero de 2025, tras el funeral de Hassan Nasrallah —el líder de Hezbolá libanés asesinado en un ataque israelí en Beirut en septiembre de 2024—, un funcionario iraní se puso en contacto con él para proponerle una cooperación, la cual aceptó. En este contexto, la policía indicó que el sospechoso «intentó en repetidas ocasiones reclutar a personas en Israel y en el extranjero para ayudar a los iraníes a recopilar información en Israel». No obstante, al fracasar en estos intentos, decidió viajar personalmente a Israel, bajo la supervisión de agentes iraníes, para llevar a cabo misiones de seguridad. «Para este propósito, renovó su pasaporte israelí y llegó a Israel en julio de 2025», continuaron. «Poco después de su llegada, comenzó a ejecutar diversas tareas bajo la dirección de agentes de inteligencia iraníes, transmitiendo información sobre figuras públicas y ciudadanos israelíes, incluyendo al exjefe de Estado Mayor Herzi Halevi y al ministro de Seguridad Nacional Itamar Ben Gvir.» La policía también afirmó que, «en el marco de sus operaciones, tomó fotos y videos de diferentes calles y sitios en Israel», confirmando que «recibía una compensación financiera en criptomonedas por sus actividades. Llevó a cabo estas tareas siendo plenamente consciente de que trabajaba para agentes de inteligencia iraníes y de que sus acciones podían comprometer la seguridad del Estado, motivado por la convicción de la necesidad de actuar contra Israel y el sionismo.»