La sala penal de la Corte de Apelaciones de Rabat ha sentenciado a un joven de unos veinte años a cadena perpetua, tras hallarlo culpable del asesinato premeditado de su madre anciana. El tribunal absolvió al hermano menor de las acusaciones de complicidad y omisión de denuncia del crimen, tras haber sido liberado bajo fianza, según informó el diario Al Akhbar. El crimen se remonta a abril del año pasado, cuando el cuerpo de una mujer septuagenaria fue descubierto en un pozo de la región de Sidi El Ghandour, cerca de Khemisset. El acusado intentó alegar que se trataba de un suicidio, pero las sospechas de la Gendarmería Real motivaron una investigación exhaustiva. Los resultados del examen médico-legal revelaron que la víctima había sido apuñalada y gravemente herida antes de ser arrojada al pozo. El acusado, con antecedentes penales por robo, violencia y tráfico de drogas, atacó a su madre después de que ella se negara a darle dinero para comprar alcohol y drogas. El principal sospechoso fue arrestado en la ciudad de Khemisset, mientras que su hermano, quien no denunció el crimen, fue interrogado durante las investigaciones.