Condenado a quince años de prisión tras el atentado contra Samuel Paty en Conflans (Francia), Abdelhakim Sefrioui comparecerá en apelación a partir de enero de 2026. En el marco del caso del profesor decapitado en octubre de 2020, el activista franco-marroquí fue declarado culpable de «asociación con malhechores terroristas». En Marruecos, su familia alega la ausencia de vínculos con el terrorista. En diciembre de 2024, la Corte de Asuntos Especiales de París condenó a Abdelhakim Sefrioui a quince años de prisión en relación con el caso Samuel Paty. Este profesor de Historia y Geografía fue brutalmente asesinado en octubre de 2020 en Conflans-Sainte-Honorine (Yvelines), tras una polémica por la exhibición de caricaturas del profeta Mahoma durante una clase de educación cívica. El activista franco-marroquí fue implicado por su apoyo al padre de una estudiante que denunció el incidente, aunque posteriormente se descubrió que la joven había mentido y no había estado presente en la clase. En apelación, la familia del activista islamista espera una revisión que pueda «reparar» lo que consideran un «error judicial», que resultó en una condena por «asociación de malhechores terrorista». A la espera del juicio, programado para el 26 de enero de 2026 en París, los familiares de Abdelhakim Sefrioui ofrecieron una conferencia de prensa este miércoles en Rabat, con la presencia de Abdelilah Benkirane, secretario general del Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD). Benkirane destacó su apoyo al activista desde las primeras audiencias, afirmando haber «enviado [su] testimonio escrito para ser leído en el tribunal». Explicó que su respaldo «es natural», considerando la trayectoria de Sefrioui en el Movimiento Unicidad y Reforma (MUR), matriz ideológica del PJD, así como «su militancia durante cincuenta años». La familia solicita revisar los fundamentos del caso Durante la conferencia, la esposa, hermana y hermano mayor de Abdelhakim Sefrioui expresaron su deseo de «hacer que la justicia reexamine el fundamento de esta condena, considerando la falta de vínculos» con el atacante, quien fue abatido cerca del lugar del atentado. «Desde ese crimen atroz [contra Samuel Paty, nota del editor], todo cambió; la situación se interpretó a la luz del crimen y no de lo que Abdelhakim hubiera hecho o no», declaró Ikram, la esposa del acusado. Miembro del «Consejo de Imames de Francia», el activista «siempre ha estado en acción para apoyar a los musulmanes, sin necesidad de conocerlos personalmente», afirmó. «Lo que desencadenó la movilización no fueron las caricaturas en sí mismas, sino la discriminación de pedir a los estudiantes musulmanes que se identificaran en clase y abandonaran el aula», explicó. Según ella, su esposo apoyó al padre de la estudiante sin conocerlo, ya que las declaraciones de la joven «fueron consideradas creíbles y sus afirmaciones se mantuvieron inalteradas, antes de que dijera haber mentido». Brahim Chnina, procesado junto a Abdelhakim Sefrioui, fue condenado a trece años de prisión. El presidente de la Corte de Asuntos Especiales consideró que ambos «se concertaron para dar la mayor difusión posible» a su campaña. La Fiscalía Nacional Antiterrorista (PNAT) había solicitado 10 años para Chnina y 12 para Sefrioui, por convertir la polémica en una «ofensiva» política y religiosa en redes sociales. Sin embargo, Ikram sostiene que su esposo «no podía imaginar el proyecto criminal» del terrorista que cometió el ataque. Los abogados de la parte civil y de la defensa recurren a la fiscalía Tras el atentado, Me Virginie Le Roy, abogada de la familia de Samuel Paty, presentó una denuncia penal en Francia contra X, dirigida al Ministerio del Interior y a la Educación Nacional, por «no impedir el crimen» y «no asistir a una persona en peligro». Se busca determinar si había personas que pudieran conocer las amenazas potenciales que enfrentó el profesor antes de su asesinato. Días antes, algunos profesores del colegio habían señalado una «grave amenaza para su integridad física», tras la polémica. En una intervención por videoconferencia durante la conferencia de prensa, Me Hakim Chergui, abogado del Colegio de Abogados de París y representante de Abdelhakim Sefrioui, declaró que la corte «utilizaba falsedades impactantes que hacen decir al expediente lo que no dice por sí mismo». En este sentido, afirmó que su cliente «no conoce ni al terrorista ni su existencia y este último no conoce a Sefrioui, lo cual está probado». «La religión es el único elemento que vincula a los dos y si mi cliente hubiera sido un activista budista o comunista, nunca habría estado en el banquillo de los acusados», argumentó. «Adoptadas en el contexto del caso, las disposiciones legales sobre la puesta en peligro de otros mediante el uso de medios informáticos prevén tres años de prisión, si los hechos están caracterizados», declaró Me Chergui, invocando la «doble vara» que ha minado el caso y dado lugar a la pena de 15 años. «Este razonamiento puede hacer culpable a cualquier persona musulmana que ejerza sus libertades públicas», concluyó.