De la psicología al sector inmobiliario, y de las aulas a las plataformas de recompensas, Ghizlane Karaoui traza su camino con determinación en Dubái. Gracias a su capacidad para transformar los desafíos en oportunidades, demuestra que las mujeres marroquíes pueden sobresalir más allá de las fronteras. Tras formarse en psicología y adquirir experiencia con niños autistas, se integró en el ámbito inmobiliario, sin olvidar sus valores humanos, que combina con un alto nivel de profesionalismo. La joven marroquí Ghizlane Karaoui, formada en psicología, encontró en Dubái un nuevo horizonte al incursionar en el sector inmobiliario, un ámbito que premia la competencia y la dedicación. Gracias a su sólida formación académica, Ghizlane ha sabido aplicar sus conocimientos para comprender mejor a sus clientes, analizando su comportamiento y construyendo relaciones profesionales sólidas que le han permitido destacar rápidamente. Para Ghizlane, la psicología trasciende las clínicas y centros especializados; es una herramienta clave para entender el comportamiento humano en diversos contextos, incluido el mercado inmobiliario. Según explica, las decisiones de compra o inversión no se basan únicamente en datos objetivos, sino que también están influenciadas por emociones y motivaciones psicológicas. De Londres a Dubái Nacida en 1988 en Safi, Ghizlane se crió en Khouribga, donde su padre trabajaba. Tras obtener su bachillerato, continuó sus estudios en la Universidad del 6 de Octubre en Egipto, graduándose en psicología. Posteriormente, se trasladó al Reino Unido, donde completó un máster en psicología conductual en la Universidad Brunel. En 2014, Ghizlane comenzó a trabajar en un centro especializado en atención a niños autistas en Dubái. Sin embargo, tras un año y medio, decidió dejar el puesto. «Intenté brindar apoyo a estos niños que enfrentan importantes desafíos diarios, pero la experiencia, aunque enriquecedora, fue emocionalmente agotadora. Me vi profundamente afectada por las dificultades de los niños, lo que finalmente me llevó a tomar la difícil decisión de dejar el trabajo», confiesa a Yabiladi. Poco después, Ghizlane conoció a amigos del sector inmobiliario que la animaron a aceptar un nuevo desafío. Decidida, presentó su currículum a un promotor inmobiliario. «Evolucioné profesionalmente en poco tiempo, dedicándome plenamente al trabajo todos los días de la semana, a diferencia de mis colegas», nos cuenta. Ghizlane continuó en este campo hasta 2018, cuando decidió, junto con un conocido, fundar una empresa de consultoría inmobiliaria. En 2023, lanzó su propia empresa, «Ghizlane Real Estate», aprovechando la experiencia acumulada a lo largo de los años. Hoy, su empresa cuenta con diez empleados de diversas nacionalidades. Ghizlane destaca que la fuerte demanda de bienes raíces en Dubái proviene de Europa. Por ello, cada miembro del equipo se encarga de comunicarse con los clientes de su misma nacionalidad para facilitar las interacciones. Afirma que la misión de la empresa, que se ha hecho muy conocida en Dubái, es ayudar a los clientes a encontrar sus hogares ideales y las inversiones más adecuadas, además de ofrecer servicios de decoración y mobiliario. En reconocimiento a su excelencia, Ghizlane fue nombrada en 2023 como «Mujer del año en el sector inmobiliario», recibiendo el premio de manos de la jequesa Jawaher bint Khalifa Al Khalifa. También fue galardonada como «mujer de la sociedad» por la jequesa Mahra bint Mohammed bin Rashid Al Maktoum. Ghizlane explica: «No he establecido sucursales de mi empresa fuera de los Emiratos Árabes Unidos porque trabajar en el sector inmobiliario no es fácil y requiere una comprensión profunda de las leyes locales y los desafíos regulatorios. Estoy considerando expandirme a Marruecos, y espero que se promulguen leyes claras y estrictas para facilitar la inversión en este ámbito, ya que Marruecos se ha vuelto un destino atractivo a nivel mundial». Una activista al servicio de la comunidad Paralelamente a su carrera profesional, Ghizlane está comprometida con el trabajo voluntario, especialmente en la atención a niños con necesidades especiales y el apoyo a mujeres. Ha recibido varios reconocimientos por sus esfuerzos, siendo elegida embajadora de la paz por la Organización Internacional de Derechos Humanos en 2024, y embajadora de buena voluntad por el Centro para Necesidades Especiales ese mismo año. También recibió un reconocimiento en la iniciativa «De la determinación a las cumbres» en 2025, el Escudo Humanitario Zayed, además de un honor especial de la policía de Dubái en 2022. Ghizlane valora profundamente el patrimonio cultural marroquí, que considera vulnerable a intentos de apropiación. «Somos parte de un pueblo que ha preservado su herencia; el caftán, el jabador, la bandeja de té, la jellaba... Todos son símbolos profundamente arraigados. Mi madre era una costurera hábil en el bordado fassí, y desde joven crecí amando el patrimonio y las tradiciones», declara. Agrega: «Hemos organizado un festival cultural en los Emiratos Árabes Unidos en colaboración con una asociación marroquí. Continuaremos organizando futuras ediciones, así como eventos en Jordania y Kuwait, donde celebraremos el zellige marroquí, la artesanía tradicional, el papel de la neggafa, así como todos los aspectos del patrimonio nacional». En conclusión, Ghizlane expresó su pesar por la falta de atención suficiente hacia la comunidad marroquí en los Emiratos Árabes Unidos, que cuenta con aproximadamente 85,000 personas, destacando que «esta comunidad es una de las más activas y conectadas con la patria, pero sufre de una visión estereotipada que no refleja su realidad o sus esfuerzos».