Después de haber depuesto las armas en febrero pasado, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) está a punto de oficializar su disolución. Una decisión que la organización vasca ETA ya había tomado en 2018. ¿Está dispuesto el Polisario, una entidad armada como el PKK y ETA, a tomar una decisión similar? Dos antiguos miembros del Frente ofrecen sus perspectivas sobre este tema. El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) está a punto de anunciar su disolución. Abdullah Öcalan, el líder icónico de esta organización, encarcelado en Turquía desde 1999, instó hace casi tres meses a sus seguidores a deponer las armas y disolver el movimiento en pos de una solución política a las demandas kurdas en Turquía. Es importante recordar que el PKK está clasificado como organización terrorista en Turquía y en varios países europeos. ¿Podría este cambio radical inspirar al Frente Polisario, que lleva años en un punto muerto? Cherif Mohammed, exmiembro del Frente que se unió al Movimiento Saharaui por la Paz (MSP), muestra su escepticismo. «A diferencia del PKK, el Polisario no es más que una marioneta controlada por Argelia. Fue creado durante la Guerra Fría para debilitar a Marruecos. El régimen argelino, que aspira a liderar la región magrebí, financia y arma al Polisario para sus propios intereses, no para los de los saharauis», comenta a Yabiladi. «El PKK ha comprendido, tras más de cuatro décadas de lucha armada, que este camino no ofrecía una solución a su pueblo, y decidió explorar otras opciones. El Polisario, en cambio, no sigue esta lógica. Al igual que el régimen argelino, no tolera opiniones divergentes. Quienes se oponen a su línea política son encarcelados, asesinados o exiliados. Esto lleva ocurriendo 50 años.» Cherif Mohammed «El PKK es independiente, mientras que el Polisario depende de Argelia» Bachir Dkhil, uno de los fundadores del Polisario que vivió en las cárceles del Frente antes de unirse a Marruecos, también sostiene que «el PKK es un partido independiente, mientras que el Polisario depende de Argelia. Es Argelia quien toma las decisiones en los campamentos de Tinduf». «Es muy difícil que el Polisario siga algún día el ejemplo del PKK, porque el poder argelino aún no está dispuesto a renunciar a su proyecto y optar por una solución política», explica. «El PKK no tiene refugiados en otro país. Esta población representa un valioso recurso para Argelia y el Polisario, asegurando que el conflicto se perpetúe durante muchos años más. Todos se autodenominan saharauis, aunque la mayoría proviene de Mauritania, Argelia y Malí. La población autóctona es minoritaria en los campamentos.» Bachir Dkhil En sus declaraciones, Bachir Dkhil mencionó otro ejemplo: la organización terrorista vasca ETA. «Un movimiento guerrillero que se oponía al Estado español, pero que se vio obligado a deponer las armas tras perder el apoyo de los franceses, después de la muerte de Franco», recuerda. Con la llegada de los socialistas al poder en Madrid en diciembre de 1982, los servicios de seguridad franceses comenzaron a desmantelar las bases de la ETA, un proceso que culminó en 2018 con su disolución. «El Polisario aún no ha llegado a ese punto. Todavía cuenta con el apoyo de Argelia», concluye Bachir Dkhil.