«Cerdos en Francia, árabes fuera». Este mensaje racista fue descubierto por Khaled Belhaj, gerente de una carnicería halal en Alto Garona, Francia, en la vitrina de su negocio, justo al día siguiente de la celebración del Aïd. Aunque las autoridades acudieron para constatar los hechos, 24 horas más tarde, el incidente se repitió. En tan solo dos días, la tienda del franco-marroquí fue atacada dos veces, según informa La Dépêche. «No solo han atacado nuestro negocio, sino también a una comunidad, una identidad, una forma de vivir en paz y con respeto hacia los demás», denunció Belhaj en su página de Facebook. También se pronunció en TikTok para alertar sobre la normalización de los discursos de odio en Francia y la importancia de denunciarlos: «Si no decimos nada, esto continúa. Nos negamos a mirar hacia otro lado y permitir que estos actos se multipliquen en la indiferencia». Por motivos de seguridad, él y su compañera Anaïs decidieron presentar una denuncia y retirar la mención «halal» de la vitrina. «Ahora tengo miedo de que vayan más lejos, que dañen la tienda, o peor, que agredan a los empleados o a los clientes», confesó el comerciante, preocupado por la seguridad de todos. La denuncia presentada por la pareja ha dado lugar a una investigación por parte de la gendarmería. Este acto no es un caso aislado. Hace dos semanas, la justicia dictó sentencia en un caso similar. Un hombre de 28 años fue condenado a dos años de prisión con suspensión de la pena por haber pintado «Raza sucia, Francia libre» en una carnicería halal y en la mezquita de La Roche-sur-Foron, en Alta Saboya, según France Bleu.