Un hombre fue detenido el martes por la noche tras perpetrar un acto de profanación en la mezquita Errahma de Villeurbanne, cerca de Lyon, Francia. En la madrugada del 1 al 2 de junio, alrededor de las 3:45, el individuo ingresó al lugar de culto, robó un ejemplar del Corán, lo quemó y lo dejó en la entrada de la mezquita, pocos minutos antes de la primera oración del día. El sospechoso, que no ocultaba su rostro, huyó tras cometer el delito. Según la Dirección Interdepartamental de la Policía Nacional (DIPN), se presentó una denuncia de inmediato, información confirmada a BFM Lyon. El arresto se efectuó el martes por la noche, según informa Le Parisien, citando fuentes de la fiscalía de Lyon y de la policía. Se ha iniciado una investigación por este acto, que ha sido ampliamente condenado por líderes políticos y religiosos, quienes lo calificaron de «ignoble» e «islamófobo». El Consejo de Mezquitas del Ródano advierte sobre «un clima de odio cada vez más intenso hacia los ciudadanos de confesión musulmana en Francia». Los recientes acontecimientos en «la patria de los derechos humanos» refuerzan esta percepción: el asesinato de Aboubacar Cissé durante una oración en una mezquita del Gard (abril de 2025), el asesinato de un tunecino de 46 años con motivaciones racistas en el Var (mayo de 2025), la agresión a una joven estudiante de 21 años a quien le arrancaron el velo en plena calle (mayo de 2025), y el aumento de discursos xenófobos en el espacio público (manifestación neofascista, el pasado 9 de mayo). Según el Ministerio del Interior francés, se registraron 79 actos antimusulmanes entre enero y marzo de 2025, lo que representa un aumento del 72% en comparación con el mismo período en 2024. En detalle: 26 en enero, 17 en febrero, 36 en marzo. Para contextualizar, también se registraron 280 actos antisemitas y 169 actos anticristianos en el mismo período. El alcalde socialista de Villeurbanne, Cédric Van Styvandael, condenó este nuevo acto islamófobo y expresó su solidaridad con los fieles de la mezquita. Por su parte, el diputado de La Francia Insumisa, Gabriel Amard, utilizó sus redes sociales para denunciar lo que calificó como «acto islamófobo y de profanación deliberada, alimentado por discursos dañinos que se escuchan incluso en boca de los más altos responsables del Estado».