Desde su infancia, El Mehdi El Marrach cultiva una pasión por el dibujo, alimentada por su amor a los videojuegos. Autodidacta, enfrentó dificultades escolares y encadenó pequeños trabajos, principalmente como repartidor, antes de lanzar, desde su sótano, una colección de jeans pintados a mano. Recientemente, uno de sus modelos fue llevado en el escenario por el cantante argentino Paulo Londra, marcando un hito importante en su ascenso artístico. Desde una edad temprana, El Mehdi El Marrach cultivó su amor por el dibujo. Tras largas jornadas escolares, se apresuraba a llegar a casa, ansioso por descubrir qué nueva creación surgiría de su imaginación. ¿Sus mayores fuentes de inspiración? Los videojuegos, su segunda pasión después del arte. «Es realmente lo que me apasiona», confiesa a Yabiladi, justo al día siguiente de cumplir 25 años. Fue en su primer año escolar cuando descubrió su talento, y desde entonces le ha dedicado «tiempo y energía», incluso en los momentos de duda. Sin embargo, su trayectoria académica no fue sencilla. Originario de Casablanca, le costaba concentrarse en clase y acumulaba retrasos. «Repetí mi último año de secundaria tres veces antes de abandonar», recuerda. Esto complicó aún más el desafío de convencer a sus padres para que apoyaran su sueño artístico. «No lo entendían, y no les culpo», comenta. «Como muchos padres, deseaban una carrera estable para mí. Temían que desperdiciara mi tiempo en algo que, según ellos, no me permitiría ganarme la vida». A pesar de la presión, El Mehdi decidió aferrarse a su creatividad y continuar desarrollando su arte. No perder el hilo Paralelamente a su desarrollo artístico, multiplicó los trabajos ocasionales. Finalmente, se convirtió en repartidor, un trabajo agotador que le permitió financiar su material. Durante los últimos cuatro años, ha trabajado hasta 14 horas al día, ganando alrededor de 1,500 dirhams por semana, que reinvierte casi por completo en sus suministros. «A veces, volvía del trabajo y me iba directamente a mi taller en el sótano para dibujar. Tenía miedo de perder mi pasión o alejarme de ella», confiesa. Hace dos años, comenzó un nuevo capítulo: «Compré un jean y quise probar algo diferente. Antes, hacía sobre todo retratos. Luego vi a un artista colombiano dibujar en ropa. Estaba de moda en ese momento, así que me dije: ¿por qué no yo? Ya dibujo, ¡así que lánzate!» Sus padres, aún reticentes, le preguntaron: «¿Por qué alguien compraría jeans dibujados a mano?». El Mehdi sigue convencido de que existe un mercado. Comenzó pintando tres jeans, no para venderlos, sino para probar su durabilidad: lavados, correcciones, resistencia de los colores… «Quería asegurarme de que la gente pudiera usarlos y lavarlos como jeans ordinarios», explica. Poco después de lanzar su página de Instagram, El Mehdi atrajo la atención. «Cuando vendí mi primer par, lloré de alegría», recuerda. Desde su sótano, desarrolla diseños audaces inspirados en los videojuegos, la animación japonesa y la cultura urbana. Su trabajo experimentó un primer giro cuando la estrella del pop marroquí Saad Lamjarred lo contactó para piezas personalizadas. «Me envió sus jeans, me explicó lo que quería, y le encantó el resultado. Hice tres pares para él. Los usó, los fotografió y los compartió en línea. Eso lo cambió todo», explica El Mehdi con gratitud. Gracias a esta visibilidad y a una mejor tesorería, invierte en máquinas de coser. Un guiño al pasado: de adolescente, ayudaba a su madre a coser pijamas destinados a la venta en Garage Allal. «Ella tiene su propio negocio y siempre me dijo: "Lo necesitarás algún día." Tenía razón», sonríe. Londra impulsa a El Mehdi El Mehdi ahora diseña y cose sus propios jeans, lo que le permite reducir los costos de producción y controlar completamente el proceso creativo. «Es más asequible, y me da la libertad de diseñar [modelos] oversize con espacio para dibujar», explica, antes de añadir que «comprar [los jeans] en las tiendas de moda rápida se estaba volviendo demasiado caro». El verdadero punto de inflexión ocurrió hace unas semanas. El rapero y cantante argentino Paulo Londra llevó una de sus creaciones durante un concierto en vivo en Argentina. «Creo que vio los jeans que había hecho para Saad Lamjarred. Me siguió, dejó un comentario y luego me envió un mensaje. Le encantó el diseño del dragón», recuerda El Mehdi. Cuando supo que estaba «de gira en América Latina, [el creador estaba] encantado». Consciente de la oportunidad, redobló esfuerzos. «Era mi oportunidad de ver mi creación en el escenario. Significaba mucho, porque antes de llevar algo en el escenario, todo el equipo del artista verifica la calidad del producto. Era una enorme presión antes de la validación». «Hoy, mis padres finalmente creen en mi visión», añade, aliviado. El Mehdi ahora planea expandir su gama con camisetas y chaquetas, mientras continúa haciendo lo que más ama: dibujar.