El miércoles 9 de julio de 2025, la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) dirigió una carta a la oficina del fiscal público, exigiendo una investigación judicial urgente y exhaustiva sobre las circunstancias que rodearon la muerte del joven Mohamed Bouislikhin. El cuerpo del adolescente fue hallado colgado en un área boscosa y aislada en Boumia, provincia de Midelt, el pasado 16 de junio, en circunstancias que la asociación describe como «misteriosas y sospechosas». La sección de la AMDH en Boumia señaló que el cuerpo del joven, de apenas 15 años, fue encontrado en una posición que sugiere una posible puesta en escena para simular un suicidio. Sin embargo, fuentes locales sugieren que podría tratarse de un asesinato, lo que genera interrogantes sobre las verdaderas circunstancias de su muerte y el manejo del caso. En su denuncia, la asociación exige el interrogatorio de todas las partes involucradas, especialmente de la familia de la víctima. Asimismo, solicita acceso a los resultados de la autopsia y la identificación de la autoridad supervisora, garantizando al mismo tiempo la confidencialidad. Además, la AMDH pide una investigación administrativa local sobre la gestión del hallazgo del cuerpo. Simultáneamente a la presentación de la denuncia, una delegación de la asociación participó en una manifestación simbólica frente a la oficina del fiscal en Rabat. Este evento congregó a representantes de la oficina central y de la rama local, y contó con la presencia de los padres del joven. A la delegación se le informó que se abriría una investigación conforme a los procedimientos legales. Ayer, el fiscal general de la Corte de Apelaciones de Errachidia confirmó que los resultados preliminares de la autopsia indicaron que la muerte de Mohamed fue causada por estrangulamiento con una cuerda, sin evidencias de agresión sexual o física, desmintiendo así algunas informaciones difundidas en las redes sociales.