Una delegación del Consejo de la Comunidad Marroquí en el Extranjero (CCME) visitó recientemente Torre Pacheco, en España, con el objetivo de «mostrar su apoyo y escuchar las inquietudes de los ciudadanos» marroquíes ante los recientes ataques racistas y xenófobos. El lunes, la institución informó sobre las reuniones mantenidas con la cónsul de Marruecos en Murcia, Sanaa Merouah; la delegada del gobierno español, María Dolores Guevara Cava; el director general de la Fundación CEPAIM para la acogida e inserción de migrantes, Juan Antonio Segura Lucas; así como con representantes de la federación de asociaciones africanas y miembros de la comunidad marroquí en la región. En este marco, el CCME expresó su enérgica condena a «la ola de odio xenófobo que injustamente apunta a toda una población». Asimismo, denunció «los discursos políticos extremistas y las campañas de desinformación difundidas en redes sociales, que alimentan peligrosamente la estigmatización de la comunidad marroquí». La institución subrayó que los marroquíes de Torre Pacheco «contribuyen activamente al desarrollo económico» de la región. «Su presencia ha transformado la ciudad y ha contribuido de manera significativa a su prosperidad. Representan una verdadera riqueza para este territorio», destacó el CCME. En este sentido, el Consejo aseguró que sigue «de cerca la evolución de la situación, en estrecha colaboración con las autoridades marroquíes y españolas». «El respeto de los derechos humanos y de la dignidad de cada persona es un valor fundamental», recordó nuevamente la institución, reiterando su compromiso «de defender estos principios y de actuar concretamente junto a las instituciones involucradas» para hacer valer los derechos y la contribución de la comunidad a la prosperidad de la sociedad. Esta movilización se produce en un contexto en el que organizaciones de la sociedad civil han llamado a la calma, mientras denuncian los ataques racistas en la región y señalan la responsabilidad de la extrema derecha. La semana pasada, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, afirmó que «lo que ocurre en Torre-Pacheco es un desafío para todos nosotros». «Debemos expresar nuestras opiniones, actuar con firmeza y defender los valores que nos unen. España es un país de derechos, no de odio», insistió.