En medio de la polémica generada por las filtraciones del grupo de hackers argelinos Jabaroot, que apuntan a la ministra marroquí de Ordenación del Territorio Nacional, Urbanismo, Vivienda y Política de la Ciudad, Fatima Zahra El Mansouri ha emitido un comunicado oficial negando cualquier sospecha de conflicto de interés en una transacción inmobiliaria cercana a Marrakech que la involucra a ella y a su familia. La ministra ha enfatizado que la operación se realizó conforme a la ley, sin ninguna relación con su cargo ministerial. Según el documento filtrado, procedente de una oficina notarial en Marrakech, en 2023 se realizó la venta de una propiedad de más de 66 hectáreas en la región de Tassoultante. Esta transacción, efectuada por Fatima Zahra El Mansouri y sus dos hermanos, alcanzó un valor total de 266 173 600 dirhams. Los documentos señalan que el terreno está clasificado como agrícola y no es apto para la construcción. El acta de venta indica que los compradores fueron advertidos por el notario sobre la importancia de verificar la elegibilidad del terreno para la construcción, de acuerdo con las autoridades competentes y el plan de ordenación de Marrakech. A raíz de esto, la ministra ha enfrentado críticas, ya que el terreno «agrícola» se ha convertido en dos proyectos inmobiliarios. En su desmentido, El Mansouri aclaró que la propiedad en cuestión no pertenece al Estado ni está bajo su competencia ministerial, sino que es una herencia familiar de su difunto padre desde 1978. «El la adquirió en su momento de propietarios privados, no del Estado o de instituciones públicas, contrariamente a lo que se ha informado en las filtraciones malintencionadas», afirmó en la declaración revisada por Yabiladi. La ministra destacó que la venta fue realizada por los herederos tras el fallecimiento de su madre en 2023, asegurando que todos los procedimientos se llevaron a cabo con total transparencia y conforme a la normativa fiscal. El Mansouri añadió que la propiedad se encuentra fuera de la jurisdicción de la municipalidad de Marrakech, que ella presidió anteriormente. Subrayó que la transacción no la involucra ni como ministra ni como funcionaria electa. Según ella, la divulgación de estas filtraciones es un intento de desprestigiarla a ella y a su familia a través de una campaña «malintencionada» que busca dañar su reputación e integridad, motivo por el cual ha decidido recurrir a la justicia. En sus aclaraciones, la ministra no abordó la cuestión de la concesión de la licencia para transformar esta propiedad en terreno urbano apto para la construcción.