La instalación de un cable de fibra óptica submarino que conectará las Islas Canarias con Marruecos está programada para comenzar a finales de 2025. Este ambicioso proyecto es liderado por la empresa española Islalink, en colaboración con Canalink, una filial del Cabildo de Tenerife y del Instituto Tecnológico de Energías Renovables. La iniciativa busca convertir al archipiélago canario en un nodo estratégico de comunicaciones en el Atlántico. Según el itinerario previsto, tal como informa OK Diario, el cable partirá del puerto de Arinaga en Gran Canaria. Su recorrido incluirá Gran Tarajal en Fuerteventura, antes de llegar a la costa marroquí, con Tarfaya o Boujdour como los puntos de aterrizaje más probables. El costo estimado del proyecto asciende a 49 millones de euros, de los cuales 20 millones provienen de un préstamo del Banco Europeo de Inversiones (BEI). La primera fase ha asegurado una financiación de 7,5 millones de euros, destinada a estudios de viabilidad y diseño. Se prevé que el proyecto requiera 42 meses para su finalización, con el objetivo de estar operativo en 2028. Esto se enmarca en el programa CEF-Digital de la Unión Europea, que busca mejorar la conectividad digital, fortalecer la ciberseguridad y aumentar la capacidad de intercambio de datos entre continentes. El cable no solo mejorará el intercambio de datos entre África Occidental y Europa, sino que también incrementará la calidad y velocidad de Internet. Además, impulsará la creación de centros de datos e infraestructuras tecnológicas, proporcionando rutas de comunicación alternativas que aumenten la resiliencia de la red ante posibles perturbaciones.