En Civitanova, Italia, una patrulla de rutina se transformó en un incidente inesperado cuando un marroquí de 51 años, indocumentado y viviendo en una tienda de campaña, intentó ocultar su mercancía de la manera más insólita: ingiriéndola. El individuo, ya conocido por las autoridades, fue sorprendido vendiendo dos dosis de heroína. Posteriormente, los agentes encontraron cerca de 24 gramos de heroína, incluyendo dosis preenvasadas y cantidades menores, además de menos de un gramo de cocaína en su tienda de campaña, según informaron los medios italianos el jueves. Sin embargo, la verdadera sorpresa llegó en el hospital: se descubrieron dos dosis de medio gramo de heroína y cocaína en su estómago, y dos cápsulas con más de 11 gramos de heroína estaban alojadas en sus intestinos. Los Carabineros también incautaron una navaja automática, 500 euros en efectivo y una balanza de precisión. Acusado de tráfico de drogas y de portar un arma, su juicio está programado para octubre.