AMO : Plus de 24 millions de bénéficiaires    Le Tchad veut bénéficier de l'expérience marocaine en matière de médiation    Nasser Bourita attendu en Chine ce 19 septembre    Vienne : la Marocaine Khadija Bendam nommée présidente du Conseil international des sociétés nucléaires    Omar Kettani : "La sortie du marasme économique se fait lente"    Sommet arabo-islamique : Démonstration de force ou de faiblesse contre le bellicisme décomplexé d'Israël ?    Accès aux stades : les FAR et le Raja passent au numérique !    Ligue des champions UEFA / Mardi : Une soirée riche en rebondissements    Europe : Benfica ouvre la porte à un retour de José Mourinho    Accompagnement post-viol : L'Etat protège-t-il efficacement ses enfants ? [INTEGRAL]    Trottinettes électriques : l'ONCF hausse le ton    beIN Stream débarque au Maroc    Mohamed Hettiti prend les rênes opérationnelles de Jesa    de Mistura face au régime algérien : une rhétorique d'un autre âge    Été 2025, le plus chaud jamais enregistré en Espagne    Israël annonce le début de la phase "principale" de l'offensive sur la ville de Gaza    Le Luxembourg s'apprête à reconnaître l'État de Palestine à l'ONU    Réforme des retraites : vers un système équitable et durable    Varsovie: Examen des moyens de renforcer la coopération agricole entre le Maroc et la Pologne    Logistique dans la grande distribution au Maroc: l'analyse de Salaheddine Ait Ouakrim    Edito. Dans notre ADN…    Sofiane Boufal de nouveau freiné par un pépin physique    OM : Ounahi explique son choix fort en rejoignant Gérone, influencé par Regragui et Bounou    Marca : Brahim Diaz, l'atout explosif du Real Madrid    LdC : PSG vs Atalanta, Bayern vs Chelsea ... Voici le programme de ce mercredi    Nouvelle Dacia Spring arrive au Maroc : Encore plus séduisante, toujours aussi électrisante    Sáhara: Frente a De Mistura, Argelia se aferra al referéndum    Street art inside 2025 brings Moroccan artists to Rabat's HIBA_Lab    Princess Lalla Salma visits Hassan II University Hospital in Fez to support cancer patients    Le temps qu'il fera ce mercredi 17 septembre 2025    Les températures attendues ce mercredi 17 septembre 2025    Accidents de la circulation : 29 morts et 2.962 blessés en périmètre urbain la semaine dernière    Hicham Balaoui rappelle la nature exceptionnelle des avis de recherche et exige leur révision scrupuleuse    Bibliothèque nationale du Royaume: Les travaux de rénovation confiés à Bora Construction    Le Prix Antiquity 2025 revient à la découverte de la première société néolithique au Maroc    Jazz à Rabat : un nouveau souffle pour un festival emblématique    Histoire : D'Al-Andalus à l'Andalousie, une évolution documentée jusqu'au XIXe siècle    Fouad Laroui : Tbourida, ailes et liens brisés    La presse du régime algérien : attaques contre les journalistes plutôt qu'un débat sur les faits    La presse italienne révèle la connivence entre le Polisario, l'Algérie et l'Iran : un triangle dangereux pour l'Europe et l'Occident    Polisario, l'Iran et l'Algérie : le nouveau triangle d'instabilité qui menace le Sahara et la sécurité européenne    Trump attaque le New York Times en justice pour 15 milliards $    Boubrik: Le chantier de généralisation de la protection sociale enregistre de grandes avancées    El Jadida célèbre la parution du roman "Mimosa" de Salah El Ouadie    Le Festival de Cinéma Méditerranéen de Tétouan dévoile les jurys de sa 30e édition    Sommet arabo-islamique d'urgence. Soutien unanime au Comité Al-Qods, présidé par Sa Majesté le Roi Mohammed VI, et à l'Agence Bayt Mal Al-Qods Acharif    La périlleuse banalisation de l'horreur    Edito. Préserver l'authenticité, mais encore    







Merci d'avoir signalé!
Cette image sera automatiquement bloquée après qu'elle soit signalée par plusieurs personnes.



Mohamed Malainine: «Bajo la presión estadounidense, el Polisario intenta ganar tiempo»
Publié dans Yabiladi le 10 - 09 - 2025

El Polisario ya no exige la organización de un referéndum, la independencia o la implementación del plan de arreglo elaborado hace casi cuatro décadas por la ONU y la Organización de la Unidad Africana, en favor de una «solución política mutuamente aceptable» a la cuestión del Sáhara. ¿Estamos ante un giro decisivo? Para entender las razones de la nueva posición de la dirección del Frente, Yabiladi ha solicitado el análisis de Mohamed Elghet Malainine, vicepresidente del Centro Marroquí para la Diplomacia Paralela y el Diálogo de las Civilizaciones (CMDPDC). Entrevista.
¿Ha cedido el Polisario a las presiones de Donald Trump al abandonar algunas de sus reivindicaciones?
No exactamente. Más que una rendición, se trata de una táctica temporal, impulsada principalmente por la presión del Consejo de Seguridad de la ONU. Este órgano ha evolucionado de una postura expectante a una aceptación gradual del enfoque pragmático de Marruecos: primero relativizando la importancia del referéndum, luego ponderando la opción de la autonomía, hasta reconocer progresivamente la legitimidad de esta propuesta. En este contexto, la presión ejercida por Estados Unidos bajo la administración Trump, respaldada por Francia y el Reino Unido, no obliga al Polisario a rendirse, sino a ganar tiempo para su supervivencia política.
Sin embargo, esta presión coloca al Polisario ante un dilema existencial: si continúa rechazando la autonomía, corre el riesgo de ser etiquetado por Washington como una organización terrorista, con todas las implicaciones que ello conlleva. Pero si acepta, pierde su razón de ser. Este cambio refleja tanto la persistente incapacidad para imponer el referéndum como el inicio de una toma de conciencia —no admitida porque aún no es asumida— sobre la magnitud de las transformaciones en el dossier.
¿Este cambio es una mera estrategia a la espera de la salida de Trump o es consecuencia de los fracasos continuos del Polisario para imponer su posición?
Un poco de ambas. Por un lado, la dirección del Polisario busca ganar tiempo, como si la historia pudiera detenerse. Por otro, paga el precio de décadas de fracasos. El estancamiento del referéndum no es un accidente: es un fracaso estratégico. Más grave aún, el movimiento no ha sabido captar la magnitud de los cambios geopolíticos en curso. Defender la idea de un referéndum es abogar por una solución obsoleta, enterrada por la realidad y por la voluntad del Consejo de Seguridad de avanzar hacia un arreglo basado en la autonomía. Creer que bastaría con esperar el fin del mandato de Trump para que las cosas cambien es una ilusión: él ya estuvo fuera durante cuatro años, y la línea estadounidense bajo Biden no ha variado ni un ápice.
¿Este cambio se debe a la presión de Argelia?
En gran medida, sí. Argelia sigue siendo el principal apoyo del Polisario, pero ella misma está bajo presión. A nivel internacional, la dinámica evoluciona en su contra: Washington, París y Londres insisten en que solo la autonomía marroquí es creíble. Pero la presión más fuerte es interna. La economía es frágil, la sociedad está en tensión, y muchos argelinos ven la cuestión del Sahara como una carga costosa.
Se alzan voces, como la de Noureddine Boukrouh, exministro de 1999 a 2005 bajo la presidencia de Abdelaziz Bouteflika, que afirman abiertamente que este camino es un callejón sin salida. El problema es que el régimen sigue prisionero del legado de Boumediene y de una retórica que data de la Guerra Fría. No logra reconocer públicamente una evidencia: no habrá victoria. Solo queda la posibilidad de un compromiso honorable.
¿Este cambio será aceptado por los miembros del Polisario?
Todo depende de a quién nos refiramos con «miembros». Si hablamos de los habitantes de los campamentos de Tinduf, la respuesta es evidente: no son militantes, sino poblaciones atrapadas en un conflicto interminable. El último informe del Secretario General de la ONU, publicado en julio de 2025, reveló cifras alarmantes: el 13% de los niños sufren de desnutrición aguda, un porcentaje que los coloca, según la OMS, al borde de la hambruna. En este contexto, hablar de adhesión o rechazo carece de sentido: estas familias aspiran principalmente a la dignidad y a un futuro mejor.
Si, en cambio, hablamos de los pocos miembros que continúan perteneciendo orgánicamente al Polisario, cabe recordar que muchos ya no lo hacen por convicción ideológica, sino bajo la presión de las restricciones de la vida diaria, al no haber podido regresar a Marruecos o emigrar a España. Su «aceptación» no es, por tanto, una elección política, sino la consecuencia de un encierro social y existencial.


Cliquez ici pour lire l'article depuis sa source.