En una entrevista televisiva con CNN este lunes, el portavoz del Ministerio del Interior de Marruecos defendió la actuación de las fuerzas de seguridad durante las recientes protestas en el país. Estas manifestaciones juveniles, que se extendieron por todo el territorio, en ocasiones derivaron en violencia, resultando en muertes, arrestos y actos de vandalismo, saqueo e incendios intencionados. En relación con la muerte de tres personas en Lqliâa el pasado miércoles 1 de octubre, Rachid El Khalfi aseguró que estos decesos se produjeron «en el marco de la legítima defensa». Explicó que los agentes de seguridad se encontraban en peligro, destacando que «imágenes de video muestran a instigadores intentando incendiar instalaciones de la gendarmería». Confirmó que «se ha iniciado una investigación bajo la supervisión del fiscal general», agregando que es «demasiado pronto para llegar a conclusiones definitivas». Frente a las acusaciones de uso excesivo de la fuerza, especialmente tras la difusión de un video donde se ve a un vehículo policial atropellando a manifestantes en Oujda, El Khalfi argumentó que el clip «ha sido sacado de contexto» y no refleja los eventos previos, «como el lanzamiento de piedras». Insistió en que se está llevando a cabo una investigación y que «el Estado se compromete a garantizar respuestas proporcionales», añadiendo que «todos los incidentes, ya sean relacionados con manifestantes o con la policía, se examinan con seriedad y conforme a la ley». El portavoz también afirmó que «no hay una escalada de violencia en este momento». Declaró que «las manifestaciones se gestionan pacíficamente y con flexibilidad», subrayando que aunque algunas protestas eran inicialmente no autorizadas debido al anonimato de sus organizadores, «las autoridades se han adaptado y han permitido reuniones bajo condiciones de responsabilidad claras». En conclusión, El Khalfi expresó su confianza en que la situación permanece bajo control, afirmando que «el contexto marroquí es único y estable».